domingo, 31 de mayo de 2015

De mañana oirás mi voz


Salmo 5: 1-3.....Escucha, Jehová, mis palabras; considera mi gemir. Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré. Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti y esperaré.

La mayoría de nosotros queremos, anhelamos o esperamos a que Dios haga grandes cosas en nuestra vida. 

Queremos que Dios responda lo más rápido posible a nuestras peticiones, queremos que Él haga muchas cosas en el momento y lugar que nosotros queremos, pero por alguna razón no hacemos nada por llevar una vida devocional que realmente le agrade.

¿Qué es una vida devocional?, es mantener cada mañana y diariamente una comunicación espontánea y fresca con Dios, es provocar que en tus pensamientos, ideas, planes y propósitos siempre este Dios. 

Es tener un tiempo diario de oración, dedicar unos minutos a leer la Biblia para saber lo que Dios quiere hablarte, es adorar a Dios no porque estás en una Iglesia, sino porque sientes la necesidad de hacerlo, porque lo amas, porque lo anhelas, porque estás agradecido o porque simplemente necesitas sumergirte en su presencia para renovar tus fuerzas.

Tiene que ver con andar como Dios quiere que andemos, es pensar antes de actuar y evaluar si eso que vas a hacer es o no aprobado por Dios. Es una vida que nos lleva a tener en cuenta a Dios en todo lo que hacemos por simple que parezca. Y es que si tomamos en cuenta a Dios en lo “simple” de la vida, lo haremos con más razón en lo “importante” de la vida.

¿Cómo está tu vida ¿Realmente tu propósito cada día es agradar a Dios?, ¿Estás leyendo la Biblia?, ¿Estás orando sin cesar cada día?, ¿Estás incluyendo a Dios en tus decisiones “simples” y también en las “importantes”?

¿Realmente estamos caminando cómo Dios quiere que caminemos?, ¿Realmente estamos teniendo la comunión espiritual cómo tendría que ser?

Cuando mantienes una vida devocional ves los problemas no cómo ocasiones de peligro, sino cómo una razón para ver el poder de Dios manifestarse en tu vida. Ves las escasez cómo una oportunidad para ver al Dios proveedor en acción. Ves la enfermedad cómo una oportunidad para ver en acción al Dios Sanador.


Oración.
Señor cada mañana bien temprano me presentare delante de ti para adorarte, bendecirte, escudriñaré antes de salir de tu presencia las escrituras, buscare la dirección de tu Santo Espíritu, porque estoy seguro que oirás mi voz y atenderás mis peticiones

miércoles, 20 de mayo de 2015

En la obediencia hay bendición .


Marcos 16:16..... El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Empezando desde génesis encontramos mandamientos fáciles de cumplir que le garantizarán al hombre la vida eterna. En algunos casos, sanidad para su cuerpo; en otros, bendiciones para su familia y en otros, para sus generaciones después de él.

Notamos cómo la desobediencia de algo tan sencillo como "no comerás de este árbol"  trajo un castigo a las generaciones futuras. Romanos 5:12 dice: "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”.

La raza humana estaba contenida en los lomos de Adam, por tanto sus descendientes llevarían el pecado, la culpa y el castigo.

En el libro, de Deuteronomio 28, en el versículo uno al catorce, se nos enseña las bendiciones que traerá la obediencia y del quince al  sesenta y ocho, se enumeran las consecuencias de la desobediencia.

La Biblia nos enseña que hasta el momento en que Jesús murió ningún ser humano pudo cumplir todos los mandamientos de Dios, pues aunque se lo propusieran, en su corazón había una fuerza superior que no les dejaba, obligándoles a pecar. El apóstol pablo lo menciono en el libro de romanos 7:18......."Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.

La única forma en que el hombre sería libre del pecado, seria muriendo, pero enfrentaría luego un juicio y un castigo. Algunos consideran que morir para dejar de pecar es lo más fácil, pero la vida continúa y el castigo es cierto.

Nuestro Creador nos dio la solución: creer que Jesús su hijo cargó nuestros pecados y al morir, éstos desaparecieron. Al resucitar, se levantó sin pecados y nos dio un mandamiento sencillo de cumplir: ...."El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado".

El ser bautizado proporciona:

Primero: La limpieza de nuestra conciencia. 1ª Pedro 3:21

Segundo: El ser sepultados con Cristo a través del bautismo. Cuando entramos a las aguas, estamos acompañando, por la fe, la muerte del Señor, y al salir, le acompañamos en su resurrección.

Tercero: Es enterrar nuestra vieja naturaleza y darle lugar a la nueva. Romanos 6:11-13

Cuarto: Tenemos una nueva ley: la del Espíritu de vida en Cristo Jesús nos ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:2). Nos ha entregado una fuerza superior que vence el pecado.

Oración
Señor, seré obediente a tu palabra, pues comprendo que en  ella hay bendición. Por creer, me bautizaré en aguas  y sé que, al salir de ellas, seré una nueva criatura.

Dios hará algo nuevo hoy



Isaías 43:19....... He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.


Ya todo está creado, decía el sabio Salomón en el libro de Eclesiastés...¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.
¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.

El razonamiento de Salomón cuando escribió esto, a pesar de ser un hombre sabio, es el de un hombre "lejos de Dios". Parece deprimido, no esperaba algo nuevo.

Cuando el hombre está en pecado, su forma de pensar cambia con relación a Dios. No espera nada nuevo entra en una rutina la vida le parece simple, es presa fácil de la depresión.

El Señor habla por medio del profeta Isaías  y anuncia algo nuevo para nuestras vidas....."Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados" (2 crónicas  20:20).

Hay algo nuevo para ti en este día, si puedes creer que Jesús murió por ti para el perdón de tus pecados, y te arrepientes de lo que estás haciendo que ofende a Dios y afecta lo que está a tu alrededor.

Él te ofrece una vida nueva. Esa depresión, como la de Salomón, al no sentir esperanza, al no tener un anhelo de algo nuevo, desaparecerá.

El dijo “he aquí yo hago cosa nueva” pronto saldrá…abriré camino en el desierto y ríos en la soledad.

Somos testigos de hogares restaurados, de milagros creativos, de sanidades. Él ha prosperado económicamente a muchos, ha levantado a personas  de condiciones imposibles humanamente, a condiciones de exaltación.

 Acércate  al padre por  medio de Cristo y será “como un gran árbol” a la sombra del cual todo el que se cobija es bendecido. Esto representa su reino (su gloria). Si te cobijas bajo su sombra recibirás bendición. Hay un nuevo comienzo para ti. Hay algo nuevo. Agarra esta promesa, no la sueltes.

¿Por qué persistir en quedarnos en una situación de pecado que lo que conduce es a muerte, o aceptar un veredicto  médico que dice “no hay solución es incurable”, o afrontar una separación de tu pareja que lo que traerá es dolor y víctimas (los hijos)? ¿Por qué mejor no nos levantamos y caminamos con Cristo de la mano?

Isaías 65:17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo.

En el Señor todo es nuevo y va en aumento. Él dijo y lo hará. Él creará cielos nuevos y tierra nueva, para nuestro deleite. Entre tanto esto ocurre, hoy, El cambiará todo a tu alrededor.

Oración
Estoy muy agradecido contigo, mi Dios, por tu gran misericordia. Gracias a Ti hoy estoy vivo, tengo paz y sé que tú harás algo nuevo. Sé que cada día serán nuevas tus maravillas.


domingo, 17 de mayo de 2015

La fe sin obras es muerta



Santiago 2:14-17..... Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?  Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

El apóstol Santiago nos enseña una gran verdad. Siempre hemos escuchado que la salvación de nuestra alma es por el arrepentimiento  de nuestros  pecados y creer que Jesús murió por nosotros y este concepto es correcto. 

Pero el creer implica que harás obras a favor del reino de Dios, que darás de tus recursos al que te lo demande.  A todo el que te pide, dale....

Mateo 5:41-45 dice: .. "Y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.  

Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. 

Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.

Santiago gesta una duda: “¿Será que seremos salvos sin las obras?” y coloca el ejemplo del hermano que tiene una gran necesidad y tú le dices: “oraré por ti” y no le das nada.... Si Dios demanda que yo bendiga a mi enemigo, ¿óomo no bendecir a mi hermano, hijo de mi madre, o hermano en la fe......?

Santiago 2:18 dice: Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.  ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?

Las comparaciones de Santiago son fuertes. Al decir que los demonios creen y tiemblan ante el Señor y ello no los hace salvos -pues ya ellos están condenados por desobedientes y rebeldes- da a entender que igual ocurre con el hombre que dice creer pero no lo demuestra con sus obras.

Dice el verso 26: "Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta"


Oración
Señor mi Dios, al escuchar tus mandamientos sólo me resta decir “perdóname”, pues no los he cumplido. Lo que tú me pides que haga por mi prójimo es poco comparado con lo que tu hiciste por mí, y todo lo que tengo, tú me lo diste. Prometo hacer obras. Ruego, en el nombre de Jesús, me hagas sensible a la necesidad de las personas necesitadas.