El espíritu reposado
Isaias 30:15.....Porque así dice el Señor: El Santo de Israel. En descanso y en reposo seréis salvos; En quietud y en confianza será vuestra fortaleza.
En el más antiguo de los ritos ceremonial del pueblo Judío, Dios les enseñó a los sacerdotes cómo debían acercarse a Él cuando le ofrecieran sus ofrendas, o sus sacrificios. Uno de los requisitos era que el sacerdote no fuera dueño de propiedades, pues éstas le afanan. Si alguien es dueño de una finca, se afana por mantenerla. De la misma forma ocurre con el que tiene un negocio.
Dios les decía que su propiedad es el cielo y no la tierra. Jesús lo Dijo en otras palabras: "no os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan, sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón (Mateo 6:19).
Otro requisito era no entrar a su presencia con sudor, pues esto indicaba el resultado de un esfuerzo humano, físico, de una incomodidad por la labor prestada. Él dijo: "Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme, y guardarán mis ordenanzas.
Y cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán vestiduras de lino; no llevarán sobre ellos cosa de lana, cuando ministren en las puertas del atrio interior y dentro de la casa. Turbantes de lino tendrán sobre sus cabezas, y calzoncillos de lino sobre sus lomos; no se ceñirán cosa que los haga sudar" (Ezequiel 44:16-18).
Acá vemos el secreto de Dios para la fortaleza espiritual: "En descanso y en reposo será nuestra salvación, nuestra victoria". La palabra quietud en hebreo significa "reposo". Y reposo quiere decir estar calmado, relajado, libre de toda ansiedad; estar quieto, apoyarse sobre un respaldo.
La enseñanza que Dios nos da hoy es que nuestro espíritu debe estar reposado en su presencia. Nuestro afán por obtener lo material es desconfianza hacia Dios, el cual es nuestro proveedor. Nuestro verdadero afán debe ser buscar su presencia en nuestras vidas.
Nuestro esfuerzo físico no ayuda a Dios; es nuestra Fe, nuestra confianza en El.
Usted puede y debe tener su casa propia; usted debe trabajar y esforzarse por sacar su hogar adelante y esto no es contradictorio con la palabra de Dios…Usted lo que necesita es tener un espíritu reposado, confiando en El que todo lo puede y todo lo sostiene.
Cuando a Él se acerque, dedíquele tiempo, levántese temprano y no ore corriendo. Si usted toca un instrumento de música para el Señor, hágalo en reposo. Tome tiempo en su presencia...”por nada estéis afanosos,” dice el Señor...
Oración
A ti me acercaré cada día a bendecirte, a adorarte confiando no en mis propias fuerzas si no en las tuyas. En ti reposa mi espíritu y mi alma encuentra descanso. Dirá mi espíritu a mi alma "reposa en tu Señor
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