viernes, 23 de noviembre de 2018

Padre nuestro

Padre nuestro
Mateo 6:9.......Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Las grandes barreras para acercarse al padre confiadamente las ha puesto la religión y el mismo diablo por medio de argumentos como "no pronuncien su nombre", "él es demasiado santo para que nos acerquemos a él, sin morir."

En realidad, Dios es el más poderoso, el eterno, el altísimo, el único bueno y Santo pero también  es nuestro padre, nos ama y quiere vivir con nosotros.

Note cómo Jesús nos enseña a hablar con el todopoderoso, el creador. Él dijo: “cuando ores di: "Padre nuestro…" Observe que más de una vez le trata de "tú"; “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”

Todo esto lo reveló Jesús. Él derribó la falsa creencia judía de que a Él no se le podía hablar de “tú”; que había que omitir vocales para hacer impronunciable su nombre; Él nos trajo la expresión  cariñosa “ABBA” que significa “papito”, “apá.”

Los niños abrazan a sus padres se le tiran encima, los halan, juegan, bromean con ellos, sin tener encuentra si son "importantes" en su vida secular; ellos sólo saben que “este es mi "Apá…" No piensan si es un general, o un presidente o un rey, etc.

Usted puede acercarse sin temor alguno, confiadamente, a aquel que le dio la vida y le ha sostenido hasta este momento.

Hebreos 11: 6 dice: "y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que es remunerador de los que le buscan."

Gálatas 4:6 dice: "La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!"

Romanos 8:15 dice: "Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: “¡Abbá, Padre!"

La expresión “Abba” en esos textos del Nuevo Testamento lleva en sí la confianza, intimidad y sumisión propias de un niño, junto con un aprecio y su  amor al Padre.

Dios te ama mucho; el Todopoderoso está pendiente de cada detalle de tu vida. "Como el padre se compadece de los hijos, así se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo." Salmos 103:13-14

 Declaración

Gracias bendito Señor, reconozco que eres mi creador, mi Dios y mi Rey. Gracias doy a Jesús, tu hijo primogénito, que me ha revelado que eres también mi Padre, y que me puedo acercar confiadamente a tu trono. Gracias por tu Santo Espíritu que me da el convencimiento de todo esto

No hay comentarios:

Publicar un comentario