Salmos 31:23..... Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; A los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que procede con soberbia.
Amar es una de las claves para ser fiel, y es imposible amar si no se tiene una relación directa con Dios por medio del Espíritu Santo. Dirá alguno “¿cómo será esto si yo no soy creyente ni pertenezco a una religión? Aún más, soy ateo; soy agnóstico.” Pues seas quien seas tú, no importa en qué tú creas, Dios te ama y te rodea; te envuelve con su Santo Espíritu, esperando que su luz resplandezca en ti (Génesis 1:1-2).
¿Cómo podré amar a quien no he visto y cómo podré creer en alguien que no sé si existe? Es una pregunta que tal vez te hagas. Aunque tú no lo creas, ni lo conozcas, hay algo en ti que le pertenece a Él: ¡tu vida!
Tu vida está unida a Él por un hilo, por un cordón similar al del bebé en el vientre de una madre. Vives, respiras, te alimentas, adquieres conocimientos por ese hilo de plata.
¡Reacciona! ¡Despierta! "Acuérdate de tu creador antes que el cordón de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo." Eclesiastés 12:6.
Hoy puedes comenzarr tu relación con Dios, empezando por hablar con Él. De seguro te responderá… Él dice: "Clama a mí, y yo te responderé; te daré a conocer cosas grandes y maravillosas que tú no conoces" Jeremías 33:3.
Él dice que sus oídos estarán atentos a la oración que todo ser humano realice. Hay una promesa de parte de Él en guardarte a ti y a tu familia. Sólo necesitas empezar una relación con Él, para lo cual también te sugiero la lectura diaria de la Biblia, bien temprano, antes de realizar cualquier actividad.
La soberbia es considerada como un sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás. La soberbia está asociada con el deseo de ser preferido por otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad, del yo o ego.
Negar a Dios sin intentar establecer un diálogo, una relación con Él no tiene sentido. Eso más bien es soberbia. Tú no puedes simplemente ignorar al que te da la vida por medio de Cristo, quien es ese cordón invisible que te ha dado la vida hasta hoy.
Oración
De oídas te había oído, mas ahora quiero tener mi propia experiencia contigo. Ruego, en el nombre de Jesús, que te reveles a mí. Quiero conocerte. Yo echo fuera de mi toda soberbia. Estoy dispuesto a reconocerte delante de cualquier ser humano si tan sólo hoy me quisieras hablar.
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