sábado, 3 de marzo de 2018

El espíritu de temor


Isaías 54:14.....“Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti.”
Una de las armas más crueles que el enemigo utiliza contra la humanidad, y especialmente contra el creyente fiel, es el temor. 

El Señor dijo: “estarás lejos de opresión.” “Opresión” significa oprimir. Es la molestia  producida por algo que oprime, dificultad al respirar. ¿Quién es el que oprime sino el diablo? Cuando le damos lugar al espíritu de temor, somos oprimidos por el maligno.

2 Timoteo 1.6 dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía (temor) sino de poder, de amor  y de dominio propio.”

Son varias las cosas que el diablo roba en un creyente por medio del espíritu del temor. Una de ellas es el amor. Cuando una persona está bajo el temor no puede amar porque siempre tiene desconfianza e inseguridad.

El temor trae otros espíritus como los celos, la contienda, y la destrucción. La persona que está bajo la influencia del temor; su fe se debilitad y no puede triunfar porque cae en la frustración y la derrota. 

El temor  hace que la persona pierda la calma y la paz; puede llevar a la depresión y la desesperación y, en algunos casos, hasta el suicidio.

Una persona con temor es desequilibrada y pierde el control de sus emociones. 

Los temores pueden ser infundidos por otras personas y se transmiten por medio de palabras. Ejemplo "no te cases porque  no te va  a ir bien", “no abras tal negocio porque después no vendes y fracasas", “no hagas  esto o aquello porque  te va  a salir mal." Muchos  de los miedos nos los han infundido otras personas.

El temor puede venir también por herencia. En nuestros genes viene el registro de todo los daños  emocionales que  sufrieron nuestros  padres. 
 
Los temores también pueden tener su raíz  en los momentos traumáticos que tuvimos en la niñez o en nuestro hogar, como la violencia  doméstica, violaciones, secuestros, enfermedades padecidas, etc. 

Toda  experiencia  negativa trae  un miedo y este miedo  queda registrado en nuestras  emociones de por vida, y si no los echamos fuera, estos temores también estarán oprimiendo y matando  a nuestros descendientes hasta la tercera y cuarta generación.
 
Oración
Padre, tu palabra me enseña que en el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; te ruego me des a conocer tal amor por medio de tu Santo Espíritu. Señor Jesús, hoy te entrego mi corazón

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