viernes, 7 de febrero de 2020

Guimel


Guímel

Salmo 119:17-24……. Haz bien a tu siervo; que viva, y guarde tu palabra.
Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.
Forastero soy yo en la tierra; no encubras de mí tus mandamientos.
 Quebrantada está mi alma de desear tus juicios en todo tiempo.
Reprendiste a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus mandamientos.
 Aparta de mí el oprobio y el menosprecio, porque tus testimonios he guardado.
Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; mas tu siervo meditaba en tus estatutos, pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros.

Guimel es la tercera letra del alfabeto hebreo y simboliza la bondad y la Eterna beneficencia de Dios hacia  nosotros.

También significa tanto dar una recompensa como un castigo

El verso 17 dice: “Haz bien a tu siervo; que viva, y guarde tu palabra”  Esto es una oración por bendición, para que la palabra de Dios pueda ser guardada.

Él continúa su oración diciendo "abre mis ojos" y esta es una petición por algo totalmente sobrenatural, algo que él no puede hacer por sí mismo. Con sus ojos naturales él nunca podrá contemplar las maravillas de Su ley; él está consciente de que sólo Dios puede revelar la belleza de Su Palabra.

Esto es coherente con Efesios 4:4 "entenebrecidos en su entendimiento, excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón", esta es la condición del hombre; Sus mandamientos están escondidos del hombre natural, no pueden ser vistos.

Por esta razón es que necesitamos un Salvador, no hay nada en nosotros que anhele a Dios o a Su Palabra; tenemos el entendimiento endurecido.

¡Necesitamos desesperada mente clamar a Dios que abra nuestros ojos y podamos verle! Y nuestros oídos para escucharle.

En el versículo 20 él llega al punto del quebranto por su gran anhelo por la ley de Dios. ¿Es esa tu actitud ante Dios? 

Finalmente en los últimos versos el salmista se enfrenta a los soberbios, los que lo maldicen y hablan en contra de él; aquí podemos encontrar la clave cuando somos injuriados. Mientras todo esto pasaba él meditaba en la Palabra de Dios; ella era su consejera y su deleite. 

Declaración 
Grande es tu bondad, y tu favor, gracias por abrir mis ojos a la verdad que es Cristo 
Señor en tu palabra meditaré 

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