jueves, 27 de agosto de 2015

AGRADANDO AL PADRE



Mateo 21:28.... Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegándose al primero, le dijo: "Hijo, ve, trabaja hoy en la viña."   Y respondiendo él, dijo: "No quiero;" pero después, arrepentido, fue. Y llegándose al otro, le dijo lo mismo; pero él respondió y dijo: "Yo iré, señor"; y no fue.

Si todos en casa somos hijos de un mismo padre, ¿por qué en la mayoría de los casos hay uno que no hace la manera de agradar  a los padres y hay uno que siempre procura agradar más a sus padres? 

Procura ser tú el que más agrades a tus padres  terrenales y  a Dios, pues recompensa tienes en el cielo, un lugar especial.

Caín y Abel eran hermanos hijos del mismo padre Adán y de la misma madre, educados  y formados al mismo tiempo, pero sus actitudes fueron distintas. Abel propuso agradar a su padre mientras Caín no. En las escrituras dice que Abel, con sus ofrendas, agradaba a Dios.

¿Quién les enseñó a ofrendar?  El padre. Él instruyó a ambos, pero uno tuvo una actitud mejor, al otro no le importó agradarle.

Mis hermanos es tiempo que reconsideremos nuestros caminos, que como el primer hijo de la parábola nos arrepintamos, que tomemos la decisión de obedecer y agradar más a nuestros padres y a Dios.  Es posible que alguno no tenga a su padre o el que tiene no le haya dado un buen ejemplo, pero en los cielos tenemos uno que nos dio buen ejemplo, Jesús, el cual, por agradar al padre, su vida entregó por ti y por mi.

En la parábola de Mateo dice que el hijo que dijo “no”, se arrepintió; mas el segundo dijo que “sí” y no lo hizo.

Qué bueno sería que el padre dijera de nosotros: He aquí mi siervo, al cual he escogido; Mi Amado, en el cual se agrada mi alma: Pondré mi espíritu sobre él (Mateo 12:18).

Tú tienes una oportunidad hoy de arrepentimiento y de complacencia a tu padre terrenal y celestial.

Oración.
Padre, me arrepiento de no ser obediente. En más de una ocasión, he escuchado tu palabra y no he cumplido con lo que me ordenaste. Hoy propongo agradarte en todo. Gracias por la oportunidad que me das. Gracias por Jesucristo quien es mi mayor ejemplo.

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