1 de Pedro 5:8-9......Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
Sed sobrios se refiere a la persona que se controla, que es moderada, que es discreta en su forma de actuar, que tiene sus cinco sentidos actuando en forma normal. Velad es estar pendiente cuando usted conoce donde hay peligro y usted toma las medidas correctivas para no caer.
La Biblia habla de un enemigo que anda rondando nuestras casas y nuestra vida. Usted debe estar atento a no pecar, actuar en la forma correcta, con justicia, en amor en santidad.
La escritura dice en el libro de Job 1:7 “Y dijo Jehová a satanás: (adversario) ¿De dónde vienes? Respondiendo satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella”. Imagínese semejante personaje dando vueltas por ahí, viendo a quien daña.
Las escrituras nos animan a resistir por medio de la fe en Cristo. Al morir Jesús nuestros pecados fueron perdonados. Al resucitar fuimos justificados. Si usted lo cree, si usted lo acepta, el enemigo no tiene poder sobre usted. Sin embargo, é continuará dando vueltas alrededor esperando que usted se aparte de Dios para devorarle. Si usted ignora esto, está en grave peligro.
La principal estrategia del enemigo es el “ser ignorado”. Si usted lo ignora, igual tiene un devorador dándole vueltas, queriendo destruir su hogar, su familia, su salud.
La Biblia nos ordena no ignorar sus maquinaciones.
2 de corintios 2:11 dice: “para que Satanás no saque ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones”.
No dejes que satanás se meta a través de la murmuración, el chisme, la contienda y la división, y la falta de perdón, las cuales cosas definitivamente no son de Dios.
Dice Santiago 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.
De cierto cuando nos sometemos a Dios, cuando andamos en santidad, cuando oramos, cuando predicamos del amor, de la misericordia y del perdón, el diablo huye de nosotros.
Lo contrario, cuando no oramos ni le servimos a Dios, ni nos sometemos a Él, tenemos al diablo pegado a nuestras narices.
Oración
Padre, en este día, acudo a ti, en el nombre de Cristo Jesús, suplicando que me llenes de tu Santo Espíritu. Dame la suficiente sabiduría, y el discernimiento espiritual para ser sobrio. Hoy me someto a ti mi Señor, quiero hacer tu perfecta voluntad. Te ruego aumentes mi Fe
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