Mateo 18:18.........De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
Dios, en ejercicio de su voluntad, ha concedido al hombre autoridad para atar y desatar en el nombre de Jesucristo (su hijo).
"Atar en la tierra" significa pronunciar una palabra en fe que cierre, por ejemplo, los cielos para que no llueva.
Un ejemplo lo encontramos en 1 de Reyes 17......Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
El atar también ocasiona a los Ángeles de Dios amarrar a los demonios, impidiendo que puedan hacer daño..."Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. (Lucas 11:21)...Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín.
"Desatar en la tierra" significa abrir, por ejemplo, el cielo para que llueva, ordenar a los demonios soltar a las personas atrapadas por ellos en el pecado, en el vicio en enfermedades etc.
Dios nos ha entregado a los creyentes el ejercer autoridad en su nombre para desarraigar los principados, los gobernadores y las potestades de un lugar. La Biblia nos enseña que ellos ejercen dominio sobre ciertas regiones.
¿Ha notado que un su ciudad hay sectores donde predomina cierto tipo de pecado como la prostitución, el homosexualismo, la venta y consumo de drogas, el sicariato, la brujería, el alcoholismo, el atraco etc.? Dios le ha entregado a la iglesia el poder para expulsar esos principados y establecer su Reino.
Ese poder es para usted, si tan sólo se atreve a creer en Jesús como su salvador. El Espíritu Santo Está en nosotros, los que hemos nacido de nuevo y hemos pedido a Dios que nos llene de su Santo Espíritu.
Las últimas palabras de Jesús a sus discípulos fueron: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre Vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos” (Hechos 1:8) Aquí vemos poder espiritual directamente para salvar esas almas cautivas por el enemigo.
Declaración
Declaro que me levantaré en el poder del Espíritu Santo y ejerceré la autoridad delegada por mi Padre celestial para que, en el nombre de Jesucristo, todo principado, potestad y gobernador de las tinieblas sean atados y desarmados y todo cautivo sea libre.
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