viernes, 29 de diciembre de 2017

La autoridad de Jesus


Mateo 7:28........Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

En el evangelio de Mateo, en el capítulo cinco hasta el siete, Jesús pronuncia el llamado "sermón del monte." En él, con palabras sencillas y comunes, enseñó el Reino de Dios, sus leyes y sus estatutos. En este Reino, Dios no solo es Rey, sino también es El Padre.  

El término escriba  en la Biblia se refiere a un secretario, escribano o copista, y alude a una persona instruida, una clase de eruditos que hicieron del estudio sistemático de la ley y su exposición su ocupación profesional. Por lo general, los escribas se unían a la secta religiosa de los fariseos y "tenían mucho conocimiento de las escrituras."

Después que Jesús dio el sermón en el monte, sus oyentes quedaron maravillados. La Escritura dice: “La gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.”  

Como quien tiene autoridad significa: “con dominio, con poder, libertad; en control”. Los oyentes de Jesús decían, en esencia: “Este hombre habla como alguien que sabe de qué habla y además tiene poder”.

La autoridad que Jesús ejerció sacudió el sistema religioso entero. Los líderes judíos continuamente venían a Él exigiendo conocer de dónde había obtenido Su autoridad: “¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?” (Mateo 21:23). 

Cristo tenía esta autoridad, no tan sólo en el hablar, sino que también sobre todos los poderes satánicos. Cuando entró en una sinagoga en Capernaum, fue confrontado por un hombre poseído por un espíritu demoníaco. El espíritu gritó: “¿Qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para destruirnos?” (Marcos 1:24).

Ahora bien, Jesús sabía que esta sinagoga no necesitaba otro escriba, ni otro que interpretara la ley. No necesitaban un seminario de “cómo hacerlo” o algún nuevo programa motivador. Necesitaban una persona con autoridad, alguien que pudiera expulsar los demonios de en medio de ellos y librar al hombre poseído. 

En estos tiempos actuales, Jesús ha delegado su autoridad a todo aquel que ha creído en Él...

En estos tiempos, las personas no necesitan una predicación más, una enseñanza teológica más, necesitan un creyente que tenga señales. Ellos necesitan un milagro que cambie sus vida y que les ayude a creer en Dios y confiar en Él.

Oración
Señor Mi Dios, yo quiero ser ese creyente lleno de tu Espíritu y de tu gracia y de autoridad que, en el nombre de Jesús, tu hijo, pueda expulsar los espíritus inmundos que atormentan a las personas con enfermedades y tormentos como la depresión, la tristeza y la angustia. 


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