domingo, 17 de diciembre de 2017

Requisitos para poder ver la gloria de Dios


Isaias 40:3-4....Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.

Es posible  que usted, en algún momento, en sus oraciones le haya pedido a Dios: "muéstrame tu gloria", o "glorifícate Señor en tal situación que me acontece" y no encuentre respuesta, a pesar de lo mucho que usted pide con fervor. Hoy usted encontrará una de las causas de no conseguir respuesta.

Un valle es una llanura entre montañas o alturas. Se trata de una depresión de la superficie terrestre en forma de "V". La figura utilizada por el Señor es que esa llanura o depresión sea rellenada y el terreno quede completamente llano.

La otra figura da como una opción el que los montes y collados (montañas) sean los que se hundan y el terreno se aplane. De igual forma, lo áspero o rugoso de un terreno, que se allane.

Romanos 12:3…”Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”.

El Señor no manifestará su gloria a una persona altiva, a uno que se cree superior a los demás o que, con sus aptitudes incorrectas o racistas, menosprecie al humilde, al pobre o alguien que no sea del color de su piel. "Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes" (Santiago 4:6).

Dios no manifestará su gloria  en una  persona que anda en iras, rabias, contiendas, divisiones, celos, pleitos etc…,pues no querrá que hagamos una representación incorrecta de Él....”Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.(Santiago 1:6)

Dios se aleja de aquellos que actúan con ira. Si no hay tranquilidad,  tampoco  hay justicia. Nuestro mal carácter, nuestras acciones hacia el prójimo afectan nuestra relación con Dios y, en ocasiones, a las personas que tratamos más grotescamente es a nuestros familiares más cercanos. Mire que siempre el Señor se refiere al trato hacia la esposa o hacia los hijos.

"Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo" (1 de Pedro 1). “Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas” (Colosenses 3:29).

Oración
Señor, a partir de este momento, prometo preparar camino para ti, mi Dios. Enderezaré mis caminos; no tendré más altibajos; no andaré en depresión; no andaré por el suelo emocionalmente, como tampoco andaré en orgullo, creyéndome superior a los demás.

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