jueves, 16 de noviembre de 2017

El ejército de Dios


Joel 3:9.....Proclamad esto entre las naciones,  proclamad guerra,  despertad a los valientes,  acérquense,  vengan todos los hombres de guerra.

El Ejército de una nación conduce operaciones militares orientadas a defender la soberanía, la independencia y la integridad territorial, proteger a la población civil, así como los recursos privados y estatales para contribuir a generar un ambiente de paz, seguridad y desarrollo, que garantice el orden constitucional de la nación.

Un Ejército legítimo es aquel que es disciplinado, profesional, entrenado, afianzado en sus valores, con la moral en alto, capaz de neutralizar las amenazas internas y externas en el cumplimiento de su misión.

Toda persona que ha aceptado a Jesús como su Rey ha sido constituida como un soldado del Ejército de Dios y debe conducir operaciones orientadas a defender el evangelio (Filipenses 1:17..."puesto para la defensa del evangelio")

Todo soldado de Cristo es uno que, con sus oraciones, intercede ante el Padre a favor de su pueblo y libra la buena batalla, reprende a los principados y potestades que están en su territorio y que rodean su ciudad o nación. 

La  Biblia dice que es uno que está equipado: "Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo" ( Efesios 6:11), el cual es enemigo del hombre, lo odia y quiere destruirlo.

Como todo ejército, tiene una misión: establecer el Reino de Dios con poder. "He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará”. Y dentro de esta, misión  también tiene que librar a los cautivos por el diablo. 

En el nombre de Jesús, debe establecer la iglesia: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo".....Cada discípulo es uno que es arrebatado de las garras del pecado y que pasa de muerte a vida.

Y tiene un enemigo que enfrentar: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" (Efesios 6:12) 

Para esta labor, como todo soldado, debemos ser entrenados. El Salmo 144:1 dice "Bendito sea Jehová, mi roca, quien adiestra mis manos para la batalla, y mis dedos para la guerra.

Las escrituras dicen en 2º Timoteo 2:4. "Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. Anímese a ser parte del Ejército de Jesucristo.

Oración
Señor, acepto tu llamado para ser parte de tu glorioso Ejército. Reconozco a Jesús, tu Hijo, como mi comandante en Jefe. Estoy dispuesto a cumplir tus órdenes, y establecer tu Reino y estaré dispuesto a la defensa del verdadero evangelio.

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