Jeremías 9:23........Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
Para muchos de nosotros es bien importante triunfar en la vida, el ser reconocidos, el ser alabados… ¡Para quién no! El atleta exhibe sus medallas y sus trofeos; estos muestran su gloria.
El ingeniero, el arquitecto, el médico, y cualquier otro profesional, todos exhiben sus títulos. Ellos son su "gloria". Los que crían caballos los exhiben en ciertos eventos como su gloria. Para otros, sus hijos son su gloria. Los reyes exhiben sus coronas como su gloria.
El Señor dice: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía, se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová.
La gloria del hombre es conocer a Dios. El hombre que conoce a Dios, que entiende su palabra, que le obedece, "está coronado de gloria", triunfará en todo aquello que emprenda.
Dios está interesado en revelarse, en mostrarse a todos los seres humanos en esta época que es de gran oscuridad espiritual, donde la familia se desintegra, donde los valores y los principios se han deteriorado, a causa de ignorar, de desconocer quién es Dios.
El instrumento utilizado por El Señor para que otros le conozcan eres tú: "Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.”
“Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento”. (Isaias 60:1)
"Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo”.
Oración
Gracias, Señor, por haberte revelado a mi vida Gracias por tu Santo Espíritu, el cual me guía, me aconseja, me redarguye. Gracias porque, al conocerte, he sido coronado de gloria. Declaro que daré a conocer a otros de tus misericordias, de tu amor y de tu favor.
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