martes, 21 de noviembre de 2017

El espíritu quebrantado


Salmo 51:17..........Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.


El rey David había pecado, había ofrecido sacrificios de corderos de acuerdo a la tradición y a la ley, había ofrecido sacrificios de alabanzas, pues era un experto en esto. Recuerde que le decían “el dulce cantor de Israel”. Sin embargo, ni aun así encontró paz.

Él expresó: "Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto"

Cuando él reconoció su pecado y lo confesó sinceramente, fue que encontró paz. "Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio" salmo 51:3.....Esto es un verdadero corazón quebrantado.

Cuando hay sinceridad en nosotros, cuando hay un verdadero dolor por el pecado cometido, es cuando el Señor recibe los sacrificios y las ofrendas: " Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, El holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar”.

Ofrecer un sacrificio sin arrepentimiento es como pagar una manda, lo cual está lejos del corazón de Dios, Él quiere es un espíritu quebrantado y un corazón contrito y humillado.

La realidad de las cosas no es sólo adorar después de pecar, sino arrepentirnos y luego adorar en espíritu a aquel que, por perdonarnos, entregó a su propio hijo en nuestro reemplazo, el cual murió por esta causa.

No es sólo servir al Señor como recompensa o pago por lo que él hizo, sino servir en espíritu, consciente que no hay forma humana de pagar al Padre por el sacrificio de Jesús. Nunca debemos creer que con una ofrenda "Buena" o con un diezmo o con una labor quedamos a paz y salvo con Dios. ¡No es así! 

 ¡Arrepentimiento sincero es lo que Él demanda!

Pablo dice en 1 Corintios 14:15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. 

Oración
Hoy me arrepiento de haber pecado contra ti. Hoy entiendo que sólo se peca es contra ti. Me duele en el corazón haberte ofendido. Creo que no hay forma en la cual yo pueda pagarte por el sacrificio de Jesús a mi favor
   

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