Romanos 8:1-2…....Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu, porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Hay dos sentencias fáciles de aprender:
La primera la encontramos en 1 de Juan 3:8: "El que practica el pecado es del diablo". ¿Quiere saber cuáles son esos pecados? La Biblia dice en Gálatas 5:19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de los Cielos.
La segunda sentencia. La encontramos en Romanos 8:14 "Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios."
Busque la guía del Espíritu Santo de Dios, no lo aparte de su lado. Las malas conversaciones, los pleitos, las griterías, las contiendas lo alejan de su vida, mas la lectura de la palabra, la adoración, el rodearse de personas que aman a Dios, que son santas, hará que el Espíritu de Dios esté con usted.
Nada mejor para andar en El Espíritu que congregarse. Dice el Salmo 33: !!Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!! Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón y baja hasta el borde de sus vestiduras, como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna.
Hebreos 10:25 dice: "no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Se refiere al día que Cristo venga por nosotros o nosotros partamos hacia Él. Existe una doctrina errada que enseña que no hay que congregarse, lo cual no es correcto. Cuando estamos juntos somos como carbones encendidos. El uno aviva al otro. Si alguien tiene la presencia de Dios, ese la trasmite al otro.
Recuerda "Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (Mateo 18:19-20)
Declaración
¡Qué hermoso es que derrames de tu presencia, de tu perfume, de tu gracia cuando estamos reunidos en tu nombre! ¡Qué bueno es saber que más de dos ya obtienen bendición! ¡¿Qué tal más de tres, de siete o de setenta?! Quiero la guía de tu Santo Espíritu, quiero andar en el Espíritu. Señor Jesús, ven a mi vida
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