miércoles, 7 de febrero de 2018

La obra del Espíritu Santo.


Juan 16:5….... Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;  y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.


"Consolador" es el título dado al Espíritu Santo en el Evangelio de Juan.

 La Palabra "Consolador" viene de la palabra "paracletos" que en el idioma griego  significa: "Uno llamado al lado de otro con el propósito de ayudarle". 

El Espíritu Santo es Aquél que está listo para proveer: fuerza, sabiduría, y gracia para toda necesidad. El Espíritu Santo como Consolador representa al Señor Jesucristo. El Espíritu es dado para que Él sea a los creyentes aquí en la tierra lo que Cristo sería si Él estuviere presente personalmente.

Estando Jesús a punto de ser traicionado por Judas y ser entregado a los romanos, sabe que va a ser torturado y luego le será quitada la vida. Cuando Él les habla de irse, ellos aún no comprenden por lo que pasará su amado maestro y amigo, pero sienten una gran tristeza al pensar que no volverían a verlo.

Jesús les consuela diciendo: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros, mas si me fuere, os lo enviaré.  El consolador es El Espíritu Santo que vendría por primera vez para habitar dentro de los hombres que le reciban.

Jesús en persona sólo podía estar en un lugar al tiempo, pero en Espíritu podría estar en cada uno de los que creen, se arrepienten y le reciben como su único salvador.

Jesús les explica " Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre… De la única forma que el hombre cree es a través  de la obra  Espíritu santo que le convence.

Dice el verso 13… "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Jesús en persona sólo podía estar en un lugar al tiempo en forma visible, El visitaba un solo hogar al tiempo y, aunque las escrituras dicen que muy temprano se levantaba y muy tarde se acostaba haciendo la obra, visitando casa por casa, lo cierto es que en un solo día no abarcaba mucho.

Mas al enviar su Santo Espíritu, éste podría estar en todos los lugares que quisiera al tiempo. Al momento que él está ministrando tu vida, en el otro lado del planeta, alguien también está siendo convencido de no pecar.

 La convicción viene de adentro y es del Espíritu Santo. La Biblia nos dice que el Espíritu Santo “convencerá”. Desde el griego nos dice: mostrará la falta, pondrá en manifiesto, reprochará, reprenderá. Su obra nos conduce al arrepentimiento y al cambio de vida, al concientizarnos de la obra de Jesús y del amor del Padre celestial. El Consolador (el Espíritu Santo) no condena, él convence 

La convicción es aquella obra interna que realiza el Espíritu Santo en el creyente, mediante la cual le muestra las acciones o motivos que desagradan a Dios. Cuando es necesario aparece la disciplina divina, que se recibe como formación necesaria para un hijo, generando ésta un cambio de vida.

El sentimiento de culpa genera miedo y ansiedad ante “los castigos” por malas acciones, reales o imaginarias. El sentimiento de culpa aparece por no perdonarnos a nosotros mismos, y por no creer en el poder pleno de la sangre del Cordero de Dios. La persona ha pedido perdón a Dios, pero mantiene un “sentir” de estar en mala relación con Dios, y está a la expectativa del juicio celestial.

El Espíritu Santo ha venido para convencernos del gran amor de Dios, de la gran obra de redención en Jesús, para enseñarnos y ayudarnos a hacer la voluntad de Dios aquí en la tierra. De Su mano podemos avanzar y lograr aquello que Dios ha trazado para nosotros.

Usted no tiene que estar triste, en depresión, asustado, como los que no tienen esperanza. Hay uno que le puede acompañar todos los días de su vida..


ORACIÓN

Gracias Señor por la obra de tu Santo Espíritu enviado por tí para guiarnos, convencernos de pecado, aconsejarnos,  y defendernos, siendo nuestro abogado. Gracias porque Él nos acompañara todos los días de nuestra vida. Propongo nunca apartarlo de mi lado con mis actos

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