sábado, 24 de febrero de 2018

Plantados en la casa de Jehova


Salmos 92:12......El justo florecerá como la palmera;   crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aún en la vejez fructificarán;
Estarán vigorosos y verdes.

Una de las aplicaciones más hermosas es la de la palmera plantada en la casa de Jehová. Plantada significa que no nació en ese lugar, significa que "alguien" la plantó.

La palmera  en el desierto, la planto Jehova nuestro Dios, en el templo se refiere a personas. El salmista observaba todos los días cómo esa planta traída de lejanas tierras fue plantada en el atrio del templo (la casa de Jehová) y cómo crecía tan grande como un cedro. Un día su admiración creció más, pues, al parecer, una tormenta, un huracán la azotó al punto de doblarla y mientras los demás árboles se partían, ésta no se partió.

Pensó el salmista: “no sobrevivirá después de la tormenta”.  Sin embargo, para su asombro, creció más. Hoy los botánicos nos explican que la palmera echa raíces muy profundas que abrazan las grandes piedras debajo del suelo, que buscan agua a más de treinta metros,  que al doblarse por los vientos, la sabia subirá con mayor facilidad a la copa del árbol haciendo que crezca más.

Así es el justo, los problemas, las aflicciones no lo derriban jamás; lo doblan sin partirlo y cuando pasa la prueba, ellos crecen más, salen victoriosos.

De esta enseñanza, considere el término "plantado". Es necesario que usted sea plantado en la casa de Jehová. Cada vez que usted cambia de congregación, de pastor, de cobertura, parte de sus raíces espirituales se parten y quedan enterradas en distintos lugares.  Esto hace que usted se debilite espiritualmente y no de frutos.

A pesar de tener muchos años en Cristo, usted no da fruto pues sus raíces fueron truncadas y constantemente se desanima. Usted debe quedarse plantado en solo lugar, esperar que sus raíces crezcan nuevamente, que se afirmen en la roca, para que usted pueda crecer más y entonces dará fruto abundante.

Muchas personas, muchos creyentes, no crecen porque no se han plantado en un solo lugar. Sus raíces están muy cortas por lo cual son fáciles de derribar por la depresión y las adversidades.

Usted debería ir  a las clínicas, a la cárcel, a los centros comerciales, a las plazas (desierto) y buscar personas que están a punto de morir por diversas causas: el pecado, los azotes del mundo, las tribulaciones, y plantarlos en la casa de Jehová. Allí ellos echarán buenas raíces, crecerán y darán fruto abundante. 

Declaración .

Hoy decido ser plantado en la casa de Jehová. Allí echaré raíces, allí creceré y daré frutos. Estoy seguro que, aunque las tribulaciones y las aflicciones de este mundo vengan contra mí, no seré derribado ni partido, sino que creceré en su gracia y su misericordia

Declaración 

Gracias Padre por tu palabra en medio de este mundo lleno de tanto pecado y maldad; es como el agua fresca en medio de un árido desierto. Hoy decido consagrar mi vida a tu servicio. Me siembro en tu obra; daré  frutos en ella

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