lunes, 21 de septiembre de 2015

El Espíritu Santo y el amor



Gálatas 5:22......Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

La Biblia nos enseña que el fruto del Espíritu Santo, en este caso el Amor, es el producto de una relación profunda con Dios. El verdadero amor es el que viene de Dios.

Dice la escritura: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

Dios, como muestra de su gran amor, permitió que su único hijo, Jesús, tomara el lugar que nos correspondía a nosotros. Él fue castigado como si fuera culpable. Él cargó en su cuerpo, no sólo nuestros pecados, sino también nuestras enfermedades para que nosotros no sufriéramos.

El amor, además de un fruto, también es un mandamiento....Juan 15:12 dice  "Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.

Sin la ayuda del Espíritu Santo de Dios es imposible cumplir sus mandamientos y mucho menos entenderlos. Sólo por su Espíritu podemos entender que hay que amar a los que nos desprecian, a los que nos hacen la vida imposible, a los que nos odian. La Biblia dice en Mateo 6:32: "Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.

Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

El Señor también utiliza a las personas para demostrarnos su amor. Pueden ser nuestros padres, hermanos, parientes, amigos, esposa(o), los hermanos en la Fe. Aún personas que no conocemos son enviadas por Dios para bendecirnos.

Tenemos que comprender que las personas que no han conocido a Dios no pueden, por mucho que se esfuercen, dar un amor auténtico sin ningún interés. Se hace necesario entonces el dar a conocer del amor de Dios que es en Cristo Jesús, por medio del testimonio, y de la predicación.


Oración
Gracias, Señor, por ese amor tan grande que nos tienes. Hoy comprendo que sólo teniendo una buena relación contigo tendré ese precioso fruto llamado el amor. Gracias por rodearme de personas que me aman.

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