Salmo 142:7..... Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre; Me rodearán los justos, Porque tú me serás propicio.
Cuando alguien comete un delito y es detenido, toda su estancia en la cárcel será un martirio, donde, en ocasiones, a pesar de que surgen arrepentimientos sobre el delito que hizo, por la torpeza, no se puede ser libre; hay que pagar por el delito.
El problema surge cuando tú no has cometido ningún delito y un juez o jurado te condena a prisión por algo que no has hecho. Cada hora entre rejas, cada día, cada semana y cada año es un infierno, pues ni siquiera puedes arrepentirte de algo, al no existir nada de qué arrepentirse.
El hábitat del hombre, o de cualquier animal, no es el encierro. En el plan divino nunca estuvo tener a un fiero León o un manso pájaro tras las rejas. El propósito divino ha sido el que seamos libres y Jesús vino a darnos esa libertad.
A causa de la calumnia, o de nuestros pecados, se puede estar preso en una cárcel física o en una Espiritual. Cuando no perdonamos a las personas, nuestra alma queda atrapada como en una cárcel.
Un viejo canto dice "Mi alma está en prisión y no puede sentirte ni oír tu voz. Mi alma está en prisión Y de esta celda no puede huir sin ti, mi Señor Jesús. La puerta se cerró y tú eres la llave que puede abrir".
Una de las soluciones para escapar de la cárcel, si ya caímos en ella, es la oración de arrepentimiento, perdonando.
Jesús, estando en la cruz, dijo "Padre perdónalos pues saben lo que hacen"...Si Jesús nos perdonó es nuestra obligación perdonar a quien nos hizo daño.
"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. (Mateo 5:14-15)
Al perdonar, saldremos de la cárcel espiritual y podremos decir como el salmista: "Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; se rompió el lazo, y escapamos nosotros. Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, que hizo el cielo y la tierra. (Salmo 124:7)
Oración
Señor, en este día, decido perdonar a todo aquel que me ha calumniado, que me ha hecho daño. Quiero ser libre, quiero que mi alma, como un ave, pueda volar hacia tu presencia. Ruego, en el nombre de Jesús, que me ayudes y me des la fortaleza para este paso.
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