viernes, 18 de septiembre de 2015

La oración de Jonás



Jonas 2:7......Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo. Los que siguen vanidades ilusorias, su misericordia abandonan. Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová. 

Jonás fue enviado por Dios a Nínive con un mensaje. Sin embargo, él tomó un camino opuesto. Desobedeció a Dios y, a causa de esto, se convirtió en una amenaza para los tripulantes del barco donde viajaba. Por tal razón, lo arrojaron sol fondo del mar.

El Señor llevó a Jonás al vientre de un gran pez en medio de una gran oscuridad, entre la vida y la muerte. ¿Por qué un Dios misericordioso haría que Jonás pasara  por esto? La historia de Jonás nos muestra cómo Dios trata con los desobedientes, con aquellos que se olvidan de Él.  

Dice Jonás: "Desde el seno del Seol clamé" (Jonás 2:2).

"Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová".... Antes de la tragedia no se acordó de Dios ni le importó la orden recibida de ir a esa gran ciudad a anunciar un juicio. Prefirió huir, antes que obedecer....Cuidémonos nosotros de no olvidarnos de Dios.

No interesa por qué momento difícil estés pasando, si tú oras creyendo en sus misericordias, aun estando en el mismo vientre de un gran pez, él te escuchará.

"Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez” (2:1)  ¿Por qué no oró Jonás antes de esto? Fue porque él estaba convencido de que era un "Desechado". Él lo expresó: "desechado soy delante de tus ojos”  y  pensó de Dios como alguien que tiene misericordia para otros (Nínive) pero no podía creer en la misma misericordia para él mismo. 

Antes de caer al mar ya Dios le tenía preparado un gran pez que le acogiera por tres días. Jonás necesitó un encuentro a solas con Dios, tal como es posible que tú lo necesites.

Jonás, en medio de su angustia, promete cumplir todo lo que le ha prometido a Dios y aún más, ofrece dar sacrificios y alabanzas a Dios.

“Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo....” Quien dice esto es uno que da testimonio de haber estado tres días en el fondo del mar, en el vientre de un gran pez preparado por Dios para tal fin, y que después de orar, encontró respuesta de Dios.

Dios escuchará nuestras oraciones. Aun habiéndonos olvidado de Él, Él no se olvidará de nosotros. Él siempre estará dispuesto a tendernos la mano en el momento que nos volvamos a Él.

Oración
Padre mío, en todo momento, oirás mi oración. A ti clamaré en cualquier circunstancia de mi vida. Perdóname por no obedecer tus órdenes cuando me  has hablado. Prometo estar atento a tu voz, jamás me olvidaré de ti. Gracias por Jesús mi Salvador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario