miércoles, 24 de enero de 2018

El nuevo nacimiento.


Jeremías 13:23....... ¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?

El hombre etíope es de piel negra, y el leopardo tiene manchas negras en su piel amarilla. No hay forma por la cual ellos, por su propia cuenta, puedan cambiar su piel. Es una ilustración para decirnos el Señor nuestro Dios, que es imposible para el hombre por sí solo dejar de pecar.

El pecado viene en el hombre desde Adam, pasando de generación en generación; viene en nuestro ADN. De forma similar vienen las enfermedades, y múltiples maldiciones. Aunque el hombre las controle en su fuerza humana, no puede dejar de pecar.

No hay cárceles suficientes en nuestro planeta para encerrar a los hombres que infringen la ley, de forma  que se pueda detener el pecado en todas sus manifestaciones.

La única solución está en un milagro llamado el "nuevo nacimiento", el cual consiste, según las escrituras, en "estar en Cristo”......2 Corintios 5:17 dice: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Jesús contestó a Nicodemo, un hombre interesado en cambiar su vida pecadora... “De cierto te digo, que el que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo...” (Juan 3:3-7).

La pregunta viene de manera lógica, “¿Por qué una persona necesita nacer de nuevo?” El Apóstol Pablo en Efesios 2:1 dice, “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados..... ¡Se debe nacer de nuevo porque estábamos muertos espiritualmente!.....Necesitamos un ADN nuevo.

De manera que, una persona necesita nacer de nuevo a fin de que sus pecados sean perdonados y para poder dejar de pecar, pues antes era imposible. 

Hay una forma de Morir y nacer de nuevo y es aceptando a Jesús en nuestros corazones. La más sencilla  de las oraciones, hecha con Fe, puede ocasionar este milagro.

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan 1:12-13).

Oración
Dios, sé que he pecado contra ti y merezco castigo. Pero Jesucristo tomó el castigo que yo merecía, de manera que, a través de la fe en Él, yo pueda ser perdonado. Me aparto de mi pecado y pongo mi confianza en Ti para la salvación. ¡Gracias por Tu maravillosa gracia y perdón el don de la vida eterna!!”  


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