lunes, 16 de abril de 2018

Quitad la iniquidad



Isaías 1:16......... Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo.


El segundo paso en la restauración del hombre derrotado por el pecado es quitar la iniquidad. 


Jesucristo murió por nosotros es posible que usted conozca esa verdad, ahora,  El nos habla a través del profeta Isaías diciendo : lavaos y limpiaos  esto implica una acción que es nuestra y no de El. 


Las escrituras enseñan con relación al tema en el salmo 119:9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?

Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. Bendito tú, oh Jehová;

enséñame tus estatutos.


La iniquidad es la conducta repetitiva de pecado, patrón de conducta que toma asidero en nuestra forma de ser y pasa de una generación a otra. Lo que nos impulsa a hacer lo que no queremos hacer, que nos inclinemos o cedamos ante su naturaleza destructora. Es una semilla destructora que pasa de una generación a otra, arraigándose cada vez más hasta que queda como un pecado escrito en nuestros corazones.


“El pecado de Israel escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante, esculpido está en la tabla de su corazón y en los cuernos de sus altares” Mi pueblo peca como por encargo…Sus jóvenes no se olvidan de pecar….” Jeremías 17:1-3. Dice la versión Al Día.


A través de la palabra constantemente el Señor nos exhorta a ser diligentes en nuestro caminar con El. A crecer, a buscarle, a mantenernos en Su presencia a deleitarnos en El, a buscar primeramente el Reino de Dios (la forma como Dios hace las cosas).


El ser cristianos implica algo más que ser salvos y estar seguros de ir al cielo, incluso algo más que ir a la iglesia, leer la Biblia y orar todas las noches. Dios quiere perfeccionarnos, que la obra que El comenzó en nosotros se perfeccione hasta el día de Jesucristo, que vayamos de gloria en gloria.


Por eso es tan importante estar constantemente expuestos a la palabra y a la enseñanza de su palabra, porque es ahí donde recibimos liberación.


Isaías 59:1 dice..........: He aquí no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír, pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios y vuestros pecados han hecho ocultar su rostro para no oír.”


Quitad es poner de tu parte ya Cristo te lavo con su sangre ahora tu tienes que renunciar a toda iniquidad, cual es tu iniquidad? Si no lo sabes tienes que pedir a Dios que te la revele.


ORACIÓN


Clamo a ti Señor en el nombre de tu hijo Jesucristo revela lo oculto de mi alma y librame de todas mis transgresiones; hoy renuncio a toda iniquidad por herencia de mis antepasados y por las realizadas por mi hasta hoy.



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