sábado, 23 de julio de 2016

Día 203 Restituyendo, restaurando, sanando con su palabra



Hageo 1: 8.......Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y, seré glorificado, ha dicho Jehová.


En sueño veía, en medio de una reunión de creyentes, un hombre de aspecto común. Su rasgo era de una persona maltratada, “golpeada” por la vida; no se veía bien, lucía trajinado, diría yo, como anduvimos todos en algún tiempo, cuando andábamos sin Cristo. 

Al preguntarle quién era, él me dijo: “soy un rey.” Todos los creyentes se sorprendieron. Alguien me preguntó: "¿cómo así?” y no supe qué responder.

Ante la insistencia de quien preguntaba, alguien cuyo rostro no pude ver dijo: “si él es rey, que traiga madera para que edifique su templo.”

El personaje que habló, estoy seguro, fue el Señor Jesús. Al preguntarle qué significaba la madera, me dijo : "Mi Palabra , con ella tú puedes edificar vidas, construir un templo, un reino; puedes sanar a los enfermos. Con mi palabra, al confesarla, puedes salir de la ruina, de la escasez, del conflicto, de la depresión. Con ella puedes ser salvo. Y hacer que otros gocen de mi gracia.

Restituir, restaurar, sanar indican que en el pasado algo existió y que entró en decadencia y que Dios lo puede llevar a su condición original por medio de su palabra. 

Tú puedes construir tu vida como el que construye una casa utilizando madera. En este caso, la palabra de Dios, confesándola y creyendo en lo que confiesas.

O puedes destruir tu vida, despreciando su palabra y confesando lo contrario.
 
Mis hermanos, una de las principales causas de nuestros males es vivir lejos de Dios, no escudriñar su palabra en la cual hay sabiduría, abandonar el templo o casa de Dios. No servirle con alegría. Y hablar en forma incorrecta.

Jesús dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. ( Juan 6:35)          
                                                       
He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír (Isaias 59:1)

Declaración

Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. Propongo, en el nombre de Jesucristo, buscar tu presencia, Señor, cada día y tener en cuenta el lugar, el sitio donde me congrego como mi propia casa...

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