jueves, 22 de septiembre de 2016

Día 263 La fe como un fruto del Espíritu Santo



1 de Juan 5:4….....Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.  ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

La Biblia nos enseña que hay tres formas de tener Fe,  la primera se adquiere sin que nosotros hagamos algo por adquirirla. Simplemente, la obtenemos como un regalo de Dios. Romanos 12:4 le llama una medida de Fe. 

A otras, Dios les concede una fe sobrenatural y la Biblia llama un Don  (1 de Corintios 12:9)

Efesios 2:8 dice: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

Pero el don de Fe,  no es impartido a  todos, sino solamente como el Espíritu de Dios quiere. El don de FE es  una manifestación sobrenatural; es una habilidad que recibes de Dios para hacer milagros en el nombre de Cristo, echar fuera demonios, sanar los enfermos y muchas otras cosas más que el mismo Dios nos da.

Aquellos que poseen el Don de Fe, creen a Dios de tal manera que Él honra su palabra como la Suya propia, y Él asombrosamente la respalda.

La tercera  forma de obtener una fe sobrenatural es por medio  de la comunión con el Espíritu Santo de Dios  Galatas 5:22. Dice :"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

La fe como fruto del Espíritu Santo es la confianza en la que caminamos todos los días y sabemos que “Si pasamos por las aguas, no nos anegarán y si por el fuego, no nos quemará, porque el Señor está con nosotros” (Isaías 43:1-2).

Es enfrentar la adversidad en confianza en el Señor. Si Dios es por mí, ¿Quién contra mí? (Romanos 8:31). Es tener la seguridad de la victoria en mi vida. Es saber que en medio de los problemas, el Señor hará algo.

Este mundo, lleno de pecado y de incredulidad, necesita ver el fruto de nuestra fe en nuestra vida, para responder a sus temores, dudas, etc. Jesús dijo: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

El fruto de la fe no se fundamenta en la emoción, ni en doctrinas, ni en nosotros mismos. La fe se fundamenta en el Señor Jesucristo; cuando una persona cosecha su vida a través de la fe, los frutos son gloriosos



Declaración 

Padre que estás en los cielos, te doy gracias por regalarme una medida de Fe, por medio de la cual creo que Jesús murió por mí en pago de mis pecados cometidos. Ruego me concedas el don de Fe sobrenatural para milagros. Declaro que cada fía tendré comunión contigo mi Dios, en espera del Fruto de la fe, otorgado por tu Santo Espíritu

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