Efesios 5:18 .......No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones.
Las escrituras nos animan a no embriagarnos con algo distinto que no sea el Espíritu Santo. Embriagarse con vino, alcohol o un alucinógeno implica perder el buen juicio, en algunos casos el pudor, puede con llevar a la destrucción del hogar, de la salud física y mental y hasta la muerte. Es doloroso ver personas en las cárceles o en las clínicas que por un momento que perdieron su "auto control" por los efectos de alguna sustancia embriagante.
El ser llenos del Espíritu Santo por lo contrario implica tener buen juicio, tener un hogar feliz, tener paz, gozo. Ser guiados Espíritu Santo nos garantiza ser hijos de Dios.
Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Dice la escritura en el libro de Lucas 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Un corazón lleno del Espíritu Santo hará que de la boca del hombre salgan palabras que edifiquen, por eso dice "hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones"
La adoración es una actitud que debe afectar todas las áreas de nuestra vida, por eso es que la adoración es mucho más que cantar. Tal vez haya gente que canta todos los domingos en el lugar donde se congrega, pero nunca ha adorado a Dios.
Adoración es rendición total. La palabra adorar también significa ofrendar, Jesús se entregó completamente por ti y por mí en la cruz el libro de Hebreos.13:15 dice: "Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre"
Jesús se entregó completamente por nosotros, así debemos entregarnos nosotros a la adoración. Jesús dijo que el primer y más grande mandamiento es: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.
Declaración
Padre que estas en los cielos clamo a ti en el nombre de Jesucristo al comenzar este nuevo día por la presencia del Espíritu Santo en mi vida, y en mi hogar. Quiero que me guíes todos los días, me enseñes y me aconsejes.
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