Hechos.27:20......Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.
La historia es la siguiente: el Apóstol Pablo, por predicar de Cristo, fue detenido y enviado en un barco rumbo a Roma. Antes de salir, él advirtió a la tripulación que una tormenta los haría naufragar con riesgo de perder la vida, mas ellos no prestaron atención.
Efectivamente, durante catorce días estuvieron a la deriva, en una tormenta, en medio de un un ciclón, sin alimentos y sin esperanza de vida, en una completa oscuridad. No veían la luz del sol, ni en la noche la luna o las estrellas.
Es posible que usted se encuentre en una situación semejante. Es como si para usted el sol no brillara y no hubiera diferencia entre el día y la noche y se encuentra en medio de una tormenta, o un tormento, que no sabe cuando terminará y que usted haya perdido toda esperanza.
Es posible que, al igual que esos marineros y soldados, alguien le haya advertido a usted antes que se embarcara en una mala relación o un mal negocio: “no lo hagas.” Sin embargo, usted continó hacia adelante hasta llegar al fracaso.
A pesar de la situación, Pablo les exhortó, les animó diciéndoles que la vida de ellos y sus carceleros les había sido concedida. Él había orado y un ángel del Señor le reveló que ninguno perdería la vida; solo se perdería el barco. Por estar Pablo en ese barco y por guardar su vida,
Dios guardó a la tripulación.
Por salvarnos del castigo y de la muerte eternal, Jehová nuestro Dios entregó a su único hijo (Jesús) para que tomara nuestro lugar en el día de la aflicción, en el día de la enfermedad, en el día de la oscuridad y para que todo aquel que crea en él no se pierda y tenga vida eterna.
Si Pablo no va en ese barco, todos hubieran perecido.
Dios les guardó por la intercesión de Pablo. Si Jesús no está en nuestra barca, nuestra vida corre peligro. Lo más conveniente es invitarle.
Quiero decirte, de parte de Dios, que si estas pasando por un momento así..... “ten buen animo,” pues Jesús mismo dijo al padre: "Ninguno de los que me diste se perdió" ….¡¡Ven a Jesús; entrégale tu vida !!
Oración
Señor mi Dios, tus palabras me alientan en este momento difícil. Invito a Cristo Jesús a mi vida. Ven Jesús a mi corazón. Te recibo como mi única oportunidad de salvación. Comprendo que si tú estás en mí, ninguna tormenta me destruirá. Tú eres mi única esperanza
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