Zacarías 3:3.....Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel. Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala. Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas.
En el mundo espiritual, la condición del hombre es reflejada en su vestidura exterior. Por ejemplo, una persona en lo físico puede estar bien vestida, pero si vive en pecado, en el mundo espiritual se verá con vestiduras viles, y aspecto sucio.
Si una persona en lo natural vive en santidad, agradando a Dios en todo, en el mundo espiritual se verá con ropas de gala. Dice el Señor: "y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda. Te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello" (Ezequiel 16:10).
Zacarías relata una visión: "me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle”, y todo era por causa de su vestimentas viles que él tenía puestas.
Josué había pecado contra Dios y ministraba e intercedía ante Él, "y el diablo lo acusaba." Podía acusarlo, pues Josué ciertamente vestía "ropas viles". Espiritualmente, estaba el sacerdote Josué con sus vestiduras de pecado, pero Dios le perdonó y se las cambió por vestidos de gala, limpios, santos, consagrados.
El texto dice: "Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie" (Zacarías 3:1-5).
Esta visión de Zacarías era profética, corresponde al acto por el cual el Padre perdona nuestros pecados nuestras iniquidades, y nos coloca las vestiduras de Su hijo Jesús.
Hay uno que nos ha vestido, ha cubierto nuestra vergüenza : Cristo......"Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.” Galatas 3:26-27
Nunca debemos quitarnos estas vestiduras; ellas son como un escudo tan fuerte y confiable que ni el mal, ni el pecado, ni el diablo nos podrían tocar..."vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.” (Romanos 13:14).
Oración
Te amo Padre. Gracias por Jesús que se despojó de su vestido real y quitó mis vestiduras viles, colocando las suyas sobre mí. Gracias, pues quitó de mi cabeza todos pensamientos inmundos y colocó su hermosa corona de gloria sobre mí
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