lunes, 3 de julio de 2017

El deseo de Dios


 Juan 14:9....Jesús le dijo:   ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros,  y no me has conocido,  Felipe?  El que me ha visto a mí,  ha visto al Padre;  ¿cómo,  pues,  dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre,  y el Padre en mí?  Las palabras que yo os hablo,  no las hablo por mi propia cuenta,  sino que el Padre que mora en mí,  él hace las obras.

El deseo del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es que podamos conocer cuánto nos ama; que sepamos que Él cuida de nosotros y que la  iglesia establezca su Reino, que muestre su gloria.

Cuando en el libro de Génesis 1:26 dice: "Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen,  conforme a nuestra semejanza;  y señoree en los peces del mar,  en las aves de los cielos,  en las bestias,  en toda la tierra,  y en todo animal que se arrastra sobre la tierra", ese hagamos revela el deseo de la Trinidad para el hombre.

La expresión "señoree" significa “tenga poder” y revela el deseo de la Trinidad para la iglesia, para el hombre arrepentido de pecados y lleno del Espíritu Santo. El deseo de la Trinidad es que la iglesia sea llena de poder.

Una persona no arrepentida no puede ser llena del Espíritu Santo y tampoco puede glorificar a Cristo

El Señor Jesús expresó: "Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré" (Juan 14:11-14).

Note que dice: "Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré" . No dice en el nombre de la Trinidad; dice en el nombre de Jesús. No cometas el error de no glorificar a Jesús, quien por su sacrificio fue exaltado.

El deseo de Jesús es el deseo del Padre y por consiguiente del Espíritu Santo....Él quiere un creyente, una iglesia que pida, que interceda por deshacer las obras del diablo en contra de los niños abusados, de las mujeres maltratadas, y de los hombres bajo el yugo del pecado. 

El deseo de La Trinidad es que tú intercedas para que el mal retroceda de nuestras calles, y que el espíritu derramador de sangre sea enviado a las profundidades del abismo, en el nombre de Jesús.

El deseo de Dios es bendecirnos. Debemos estar atentos a la forma o, si te parece mejor, al protocolo que debemos cumplir. Por ejemplo, en Deuteronomio 28 se nos enseña tres  pasos para ser bendecidos...Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy. 

Oración
Gracias, Padre mío, por tu deseo de bendecirme al prosperar todos mis caminos. Gracias por Jesús, tu hijo, que murió por mi, tomando mi lugar en la cruz. Gracias por tu Espíritu que me acompaña donde quiera que yo vaya. Él me aconseja, me enseña y me redarguye de pecado

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