Juan 15:10.......Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”
La única forma de permanecer en Dios es guardar sus mandamientos. El amor es un fruto de la relación con Él. Algunas características del amor son:
Sacrificio (Juan 15:13), “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. Esta clase de amor está dispuesto a ceder nuestros derechos por el bien de alguien más.
Sinceridad (Romanos. 12:9), “El amor sea sin fingimiento”. Debemos ser genuinos, auténticos al amar, despojándonos de toda hipocresía.
Servicio (Gálatas 5:13), “… sino servíos por amor los unos a los otros”. Cuando amamos como Cristo nos amó, no hay lugar para el egoísmo. Sólo con un corazón desprovisto de éste es que podemos servir a los demás.
Paciencia (Efesios 4:2), “… soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor.” Todos somos diferentes, pero nuestras diferencias nos complementan. Por tanto, debemos soportarnos unos a otros y ser tolerantes con los demás, usando para ello ese amor paciente que el Padre nos da.
Unidad (Colosenses 2:2), “… unidos en amor”. El amor cubre multitud de faltas y nos permite caminar en unidad con nuestros hermanos, haciendo a un lado todas aquellas cosas que nos separan.
Bondad (Hebreos 10:24), “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas
obras”. Cuando existe el amor entre nosotros, estamos dispuestos para hacer lo bueno; entonces, nuestra influencia sobre los demás será usada para hacer el bien y buscar lo bueno.
Perdón (1ª Pedro 4:8), “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”. Es decir, esta clase de amor nos hará perdonar y olvidar lo que los demás nos hagan.
Declaración
Guardaré los mandamientos de Dios. Permaneceré en Él. Consideraré a mis hermanos, guardaré los principios establecidos por Él, y pondré en práctica el perdón, la unidad, la paciencia, el servicio, la sinceridad, y el sacrificio por los demás.
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