domingo, 23 de julio de 2017

El misterio escondido



Efesios 3:1-6......Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio  del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.

Es necesario que el Espíritu Santo habite en nuestro ser para poder entender y soportar lo que el apóstol Pablo llama "el misterio escondido." Sólo Él nos traerá la revelación.

Pablo oró intensamente por nosotros para que la  revelación ocurriera, para lo cual era necesario que primero fuéramos fortalecidos en el hombre interior, de lo contrario no lo soportaríamos. 

Se refiere esta expresión a ser llenos del Espíritu Santo; sin Él no entenderemos nada.
Algo parecido a la construcción de un edificio. Primero, los cimientos; luego, los muros que soportan  los pisos sobre él. Sin la estructura interior, sin las varillas, el edificio se vendría abajo.

Si usted cree que Jesús, el hijo de Dios, "cargó" en Él todos nuestros pecados, las enfermedades, las maldiciones y todo decreto en nuestra contra y murió en la cruz, sepultando todo lo anterior y resucitando al tercer día; si usted se ha arrepentido de sus pecados, usted será perdonado de sus pecados y será coheredero junto con Él.

Lo que usted cree marcará su futuro. 

Si usted se apropia de lo revelado a su ser - "que usted es hijo de Dios y, al igual que Jesús, es dueño de todo lo que es de Él" - su vida tomará otro rumbo, los temores a lo que pueda ocurrir desaparecerán, y su fe será sobrenatural.

Declaración 
Creo que soy heredero junto con Cristo, que esta herencia no me será arrebatada jamás. He sido hecho hijo de Dios, por medio de mi creencia en el sacrificio de Jesús y mediante el arrepentimiento de todos mis pecados

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