Ezequiel 47:9...... Y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá; y habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este río.
Nuestro Dios es un poeta y con frecuencia nos habla con símiles. Esté muy atento a su forma de hablar, a las visiones y a los sueños en los cuales él se especializa en revelarnos todo tipo de situaciones, o de aconsejarnos. También él te puede hablar en este instante por medio de esta meditación.
Este río mencionado aquí nos habla de su Santo Espíritu, nos habla de su palabra que es su Espíritu. Todo ser humano que escuche la palabra de Dios y la cumpla vivirá bien feliz, y será prosperado en todo lo que emprenda, y será sano.
El profeta Ezequiel presta su voz al Padre celestial y del verso tres en adelante nos habla de cuatro niveles de revelación, del conocimiento de Dios y de la llenura de su Espíritu.
Ezequiel 47:3 dice "Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos". Esto representa el momento en que conocimos a Dios; representa un conocimiento superficial, un comenzar en la palabra. Es la primera medida de fe.
El verso 4 dice: "Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Las aguas hasta la rodilla indican un avance, un crecimiento progresivo en la palabra, en la relación con el Señor y en la fe. Ésta va en aumento.
"Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos" El agua hasta los lomos representa que el nivel de intimidad con Dios es bastante grande, al punto que el agua te ha cubierto medio cuerpo, y, al avanzar, requiere no sólo un esfuerzo sino más fe y confianza en Él.
Tú eres quien te detienes o sigues avanzando. Aquí no puedes mirar atrás, ni permitir que el enemigo te robe lo que ya has alcanzado o conquistado. Porque, a este nivel, has conquistado ya muchas victorias, pero debes recordar que faltan aún muchas victorias más.
En el verso 5 ya la condición es distinta: "Midió otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado". Esto representa la llenura del Espíritu Santo. Fe total. ¡¡No hay dudas!!
Representa una total dependencia del Espíritu Santo de Dios, un “ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí”, un deleite en su palabra, la cual llena todo nuestro ser.
El nivel de estas aguas también nos muestra nuestra seguridad en Cristo, pues estamos en Él escondidos ¿Quién nos moverá del amor de Dios? ¿Tribulación o angustia? ¿Persecución, hambre o desnudez? ¿Peligro o espada?
El verso 12 nos dice: " Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.
La persona que flota en el Espíritu, que nade en su presencia, donde quiera que vaya, será de bendición, traerá vida a otros.
Oración
Te amo Dios, amo tu palabra, amo tus dichos, tus enseñanzas, tu forma de hablar. Ruego, en el nombre de Jesús, me des sabiduría cada día para interpretarla y la gracia suficiente para enseñarla a otros.
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