Isaias 30:1.......!!Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado! Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto. Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión.
Egipto en las escritura representa la esclavitud del pecado, a la cual se entra voluntariamente. La primera vez que entraron a ese lugar, lo hicieron doce familias. Setenta personas en total fueron a ese lugar por hambre. Es mejor pasar hambre que ser esclavo de alguien perverso. Faraón representa el diablo, el cual una vez atrapa, no quiere soltar a nadie.
!!Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí!!........Dice la escritura: “todos ellos se avergonzarán del pueblo que no les aprovecha, ni los socorre, ni les trae provecho; antes les será para vergüenza y aun para oprobio....” (Isaías 39:5).
Mis hermanos no se trata de simplemente ir a una iglesia, se trata es de ir a Dios el Padre, por medio de. Jesús, conocerle, tener un encuentro, recibir su perdón y nunca más apartarse de Cristo, el Salvador.
Dios disciplina a sus hijos desobedientes: “porque el Señor, al que ama, disciplina y azota a todo el que recibe por hijo”. (Hebreos 12:6). Cuando un verdadero hijo de Dios es desobediente, Dios lo disciplina con el fin de corregirle. Como un verdadero padre terrenal que corrige a su hijo cuando desobedece o hace algo malo, así también Dios obra en nuestras vidas.
Por eso, dice en Deuteronomio 8:5, “Reconoce asimismo en tu corazón que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga.”
Dios dice también en el Salmo 89:30-32, “Si dejaren sus hijos mi ley, y no anduvieren en mis juicios, si profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos, entonces castigaré con vara su rebelión y con azotes sus iniquidades.”
Hay muchos pasajes bíblicos que relatan cómo Dios obró en las vidas de sus hijos desobedientes ,con el fin de que volvieran a obedecerle. Dios corrige al hijo desobediente.
No es correcto seguir a Dios por miedo; ese no es el propósito; hacer daño para que le sigan !No!....Se trata de conocer que es un Padre amoroso, que corrige al hijo para que no se haga daño, para que no se pierda.
Siempre que piense en Dios, piense en un papá que cuida a sus hijos y que cuando debe castigar, castiga.
Oración
Hoy comprendo tu gran amor, mi Dios, mi Rey, y el privilegio de ser considerado "hijo". Es un honor el ser corregido por ti, pues esto indica que me amas. Gracias porque sé que el gran castigo lo llevó Jesús en su cuerpo y que, por su sangre derramada, mis pecados fueron todos perdonados.
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