miércoles, 28 de octubre de 2015

Poder en la obediencia al Padre



Filipenses 1:5……Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Si Jesús siendo el hijo de Dios, el todo poderoso, el que  con su palabra  creó todo lo que existe, un día decidió obedecer al Padre y hacerse hombre y  vivir con una raza caída a causa del pecado, si Él no consideró su posición de Rey  y soberano, ¿qué o quiénes somos nosotros para no despojarnos de cualquier título o posición humana que podamos ejercer para obedecer a Dios el Padre?

A causa de su obediencia, Jesús recibió un nombre y un poder… “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra."

Ese nombre ha sido entregado a los creyentes en Cristo, a los que han creído su palabra, a los que han sido obedientes. Es por medio del nombre de Jesús que podemos atar y desatar en la tierra……y liberar a los cautivos.

Dice La Biblia que Dios hacía milagros a través de Pablo en una región de mucha brujería e idolatría. Y
algunos brujos comenzaron a “reprender” a los demonios en el nombre de "Jesús que predicaba Pablo." Como era obvio, ninguno de estos hombres conocía a Cristo ni eran obedientes a la palabra de Dios, y resultaron avergonzados.

"Pero el espíritu malo respondió, y les dijo: “A Jesús conozco, y sé quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois? Y el hombre en quien estaba el espíritu malo se lanzó sobre ellos, y los dominó y pudo más que ellos, de manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.…(Hechos 19:15)

Mis hermanos, los demonios conocen mucho más a Jesús que lo que nosotros le conocemos. Ellos saben quiénes son de Dios y quienes no; quién es verdadero y quién no; quién es obediente y quién no.

Esta verdad debe llevarnos a la determinación de conocer mejor a Jesús, de afirmar nuestra fe en Él y de obedecer sus mandamientos.


Oración
Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi corazón. Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos,y lo guardaré hasta el fin. Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y  la cumpliré de todo corazón. Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad

No hay comentarios:

Publicar un comentario