Éxodo 3:1 .......Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.
Moisés, abandonado de niño, perseguido en su juventud, tartamudo, inseguro, sin fe, lleno de argumentos: “no puedo”, “no quiero”, un día fue atraído por una llama de fuego y al ir a ese lugar tuvo un encuentro con Dios y su vida cambió.
Al momento, expuso ante el Señor todos los argumentos que había en su corazón, ocasionados por su vida anterior, por la mala influencia de la crianza y las enseñanzas de alguien como el Faraón que no conocía a Dios. Pero en el encuentro, el Señor derriba todos sus argumentos y Moisés experimenta un cambio en su vida.
Luego se convirtió en uno de los más grandes héroes de la Biblia al librar a toda una nación de la esclavitud. Cuando regresó del encuentro con Dios, su rostro resplandecía. Y lo ve usted, luego, conduciendo a millones de personas a un verdadero encuentro con Dios.
Si el padre o la madre no vienen a un encuentro con Dios, por medio de Cristo, ¿cómo llegarán sus hijos?
Si Moisés no acude al encuentro con Dios, su nación no hubiera salido de la esclavitud. Como padres de familia necesitamos buscar a Dios por el bien de nuestros hijos.
Es posible que usted tenga hoy muchas preguntas que hacerle a Dios. Quisiera saber el porqué de ciertas situaciones en su vida: ¿por qué fue abandonado por sus padres siendo pequeño? ¿Por qué nada de lo que emprende hasta ahora le ha dado resultado?
¿Le gustaría recibir un consejo de parte de Él? Lo ideal es escuchar el consejo de Dios; siempre será "el mejor consejo."
Quizá se encuentra desesperado, angustiado, en depresión, o simplemente con estrés por una situación que ni usted ni nadie puede resolver y simplemente “no sabe qué hacer.”
Es posible que tenga preguntas acerca de la religión que le gustaría que sólo Dios le respondiera. ¿Cuál es la verdad? ¿Cuál es el verdadero camino, la verdadera religión etc.? Es posible que usted esté enfermo y necesite un milagro. Le comento: usted necesita un encuentro con Dios.
Si te encontraras con él hoy, ¿qué le pedirías? ¿Qué le preguntarías?
Declaración
Señor, hoy acudo al llamado, a la invitación que me haces a tener un verdadero encuentro contigo. No dudo en nada que mi vida será transformada al estar en tu presencia y escuchar tu voz. Sé que tus pensamientos son de bien para mí.
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