Marcos 7:20-21....... Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre.
Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la "insensatez" Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
Hasta hace poco consideré la "insensatez" en una forma errónea; pensaba que era una actitud, mas no un pecado y resulta que el Señor nos dice que es maldad, que necesitamos reconocerla, arrepentirnos de ella y no seguir practicándola.
Siempre hemos reprendido todo tipo de demonios que inducen a los pecados más "comunes" pero nunca, o casi nunca, al que produce la insensatez.
Insensatez significa Falta de buen juicio y de reflexión antes de actuar. Cuando tú lees la Biblia y reflexionas en ella, adquieres sabiduría y sensatez. Dice proverbios 1: “para dar sagacidad a los simples, Y a los jóvenes inteligencia y cordura. Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo.”
En la insensatez hay maldad demoníaca para destruir al ser humano.
Dios castiga este pecado, pues él no ha creado insensatos; es una maldad.
Dios nos hizo a su imagen y semejanza: sabios, inteligentes prudentes y buenos administradores.
Fuimos creados para gobernar. Dice Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”
Efesios 2:10 dice: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
El diablo nos quiere hacer creer lo contrario. Con frecuencia aceptamos malos pensamientos puestos por él y los expresamos. Esto es pecado. Mire que está en la lista de pecados abominables.
Renuncie a ello en este día, en el nombre de Jesús y verá prosperar sus caminos.
Declaración
Creo que Jesús, el hijo de Dios, tomó mi lugar en esa cruz. Él cargó sobre su cuerpo todos mis pecados, mis enfermedades, y toda maldición que contra mí existía. Acepto a Jesús como mi suficiente Salvador y nunca me apartaré de sus caminos. Escucharé la palabra de Dios cada día y seré sabio
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