domingo, 16 de octubre de 2016

Dia 286 Jesus calma la tempestad



Mateo 8:23.......Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: !!Señor, sálvanos, que perecemos! Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?

Nuestro Señor Jesús dijo: " En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." 

El Señor no promete que no tendremos aflicción, ni que seamos librados siempre de experiencias amargas o de peligro. Pero de lo que sí podemos tener seguridad en estas circunstancias, es de dos cosas: Que el Señor estará con nosotros durante todo el camino y de que nos guardará y nada podrá impedir que lleguemos un día  al cielo, donde estaremos con Él. 

A través de estas experiencias, Dios nos enseña que no debemos temer. El temor es falta de confianza y de Fe. ¿Cuándo podremos decir tengo Fe?......Cuando, a pesar de la circunstancia que estemos atravesando, permanezcamos confiados en Él.

“!!Señor, sálvanos, que perecemos!” dijeron los apóstoles.......Clamar a Dios en las circunstancias adversas no es malo, por el contrario, las escrituras dicen en Jeremías  33:2-3  "así  ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre: Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grande y ocultas que tú no conoces.”

“Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza...” El Señor  nos prometido reprender al devorador.

Malaquías 3:11 dice: Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.

Para tener el amparo de Dios en todas las circunstancias de nuestra vida, es necesario, primero que todo, tener un pacto por medio de Jesucristo, lo cual implica creer que él murió en nuestro lugar y que resucitó para justificarnos esto se llama Fe.

La Fe implicará que no tendremos temor alguno de las circunstancias adversas; todo lo contrario, en Él confiaremos, en Él tendremos Paz.

Declaración 
Confiaré en Jehová de todo mi corazón; no me apoyaré en mi propia prudencia. Lo reconoceré en todos mis caminos. Él enderezará mis veredas; no seré  sabio en mi opinión, me apartaré del mal, y le honraré en todo tiempo.

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