lunes, 13 de febrero de 2017

Dispón tu corazón para Dios


Job 11:13......Si tú dispusieres tu corazón,   Y extendieres a él tus manos; si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que more en tu casa la injusticia, entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte, y nada temerás; y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como de aguas que pasaron. La vida te será más clara que el mediodía; aunque oscureciere, será como la mañana.

Disponer el corazón para Dios nos habla de la intención de buscar a Dios, de prestar nuestros oídos a escucharle, de hablarle a Él acerca de nuestras necesidades, de nuestras debilidades, y de hacer su voluntad.

Echar la iniquidad de nosotros consiste en renunciar al pecado que, en ocasiones, viene a nosotros como una herencia maldita de nuestros antepasados. Así como algunas enfermedades se heredan, ciertos pecados pasan de generación en generación. ¿Para qué tú quieres tal herencia? Renuncia a ella en el nombre de Jesús.

Echar la iniquidad también nos habla de renunciar a nuestros propios pecados, a los adquiridos por nosotros mismos en el caminar diario.

La injusticia en nuestros hogares nos habla de lo injusto que, en ocasiones, podemos ser al no dar el lugar que corresponde de honor a nuestros padres, a nuestras esposas (os) y al no considerar a nuestros hijos.

Un hombre o una mujer adúltera es injusticia para el esposo(a). Ese hogar estaría propenso a la ruina, al desacuerdo, a la contienda, y las oraciones tendrán estorbo.

En tales circunstancias los hijos son descuidados lo cual también es injusto.

Cuando consideramos lo dicho por Dios en Job 11:15, "entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte, y nada temerás; y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como de aguas que pasaron. La vida te será más clara que el mediodía; aunque oscureciere, será como la mañana"

Dice el verso 18... "Tendrás confianza, porque hay esperanza; mirarás alrededor, y dormirás seguro. Te acostarás, y no habrá quien te espante; y muchos suplicarán tu favor.

Oración
Hoy decido, en el nombre de Cristo Jesús, abandonar el pecado que mora dentro de mí. No acepto la iniquidad por herencia de mis antepasados. Quiero ser una nueva criatura, Renunció a todo aquello que ofende a Dios. Dispongo mi corazón para mi creador


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