viernes, 17 de febrero de 2017

La obediencia



Hebreos 5:7-8......Y Cristo,  en los días de su carne,  ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte,  fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo,  por lo que padeció aprendió la obediencia;  y habiendo sido perfeccionado,  vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen.

El pecado que sacó a Adam del huerto  del  Edén  fue la desobediencia. Muchas de las situaciones  por las que estamos pasando hoy son producto de nuestra desobediencia, primero a Dios y luego a nuestros padres o a cualquier autoridad.

Dios hizo al primer hombre, Adán, inocente pero en la prueba, este falló. La desobediencia de Adán nos condenó pues esta se heredó. La obediencia de Jesús nos salvó, pues, a causa de ella, El Padre nos perdona.

Jesús era completamente inocente y le fue necesario aprender obediencia, para enseñarnos a nosotros que, siendo humanos como él, es posible ser obedientes cuando lo proponemos en nuestros corazones. La obediencia se aprende, no se nace con ella.

Cristo aprendió obediencia en el momento de la prueba. La obediencia produce autoridad y poder, la prueba es superada con la obediencia. 

Cuando Cristo está a punto padecer, él no quisiera pasar por ese momento y ora así: "Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42)

Ningún ser humano quiere pasar por situaciones difíciles y más si afectan nuestro cuerpo, pero es necesario obedecer a Dios cuando él nos encomienda una labor.

Dice Filipenses 2:8....."y estando en la condición de hombre,  se humilló a sí mismo,  haciéndose obediente hasta la muerte,  y muerte de cruz. 

Todo  lo que Cristo hizo fue en su condición de hombre. El Señor dice: "Así como yo lo hice, ustedes lo harán"  Él puso el ejemplo......Diga en medio de la prueba, “yo puedo ser obediente a Dios”.

Se es obediente a Dios cuando nos congregamos en una iglesia cristiana, cuando intercedemos por otros, cuando oramos por los enfermos, cuando estudiamos su palabra y la ponemos por obra.

Oración
Padre que estás en los cielos, ruego, en el nombre de Jesús, me fortalezcas en los momentos de prueba para que mi fe no falle. Yo propongo en mi corazón ser obediente a tu palabra, la estudiaré y la pondré en práctica

No hay comentarios:

Publicar un comentario