miércoles, 8 de febrero de 2017

Las estaciones y los tiempos de Dios


Génesis 1: 14.........Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.

El Señor determinó, con la creación del Sol, varios eventos bien importantes para nosotros. El primero....que no haya tinieblas, que estas retrocedan, pues oscuridad es la ausencia de luz.

El segundo es que podamos determinar los días, las semanas y los años.

 El tercero, que en cada región del planeta existan las estaciones, cada una de ellas con una cualidad distinta para que el hombre pueda sembrar y cosechar.

No es un invento de los agricultores. Dios lo determinó así. Ellos no lo descubrieron. En la Biblia dice cuál es el tiempo de sembrar y cuál el de recoger.

La Biblia le llama a los tiempos que se pueden medir en días años, meses, estaciones: Cronos.

Los hombres comunes (los hombres sin Cristo) viven en un tiempo de ciclos que se pueden medir, y a los cuales les ha colocado los nombres que ellos han querido.

Hay otra forma en que el hombre no común, (el hijo de Dios, el creyente), puede sembrar y cosechar. Hay otra forma en que el hombre puede emprender labores, edificar, avanzar, comprar vender y no es precisamente por la movimiento del sol y de la luna, sino por la voluntad de Dios. Es en el tiempo de Dios llamado Kairos y es cuando Dios quiere, cuando Él lo determina.

¿Quisiera moverse usted en ese tiempo?  

Puede que tu situación en este momento sea contraria: deuda, tal vez, ruina, desamparo, angustia, esclavitud  al pecado. Si Dios lo ordena hoy, hoy mismo cambiará tu situación. Ésta no dependerá del clima ni del movimiento de los astros; dependerá del Kairo de Dios para tu vida.

No anheles el tiempo que pasó; anhela el tiempo de su voluntad. Seamos expertos en saber cuáles son sus tiempos.

Lo único que necesitas es decirle, Señor, hágase su voluntad en mi vida. Decido hoy moverme, andar en tu propósito  y en tu tiempo. Acepto a Jesús como mi salvador personal.

Oración 
Padre que estás en los cielos, en este día te pido perdón por haber vivido lejos de ti, haciendo mi voluntad y no la tuya. Creo que Jesús tomó mi lugar en la cruz. Lo acepto como mi único Señor y Salvador. A partir de este momento, quiero andar en tu voluntad y vivir en tu tiempo.

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