miércoles, 1 de febrero de 2017

No os venguéis.

Mateo 5: 38-41........Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.

 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;  y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa,  y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.

El sermón del monte, al parecer de muchos, nos confronta en cuanto si verdaderamente hemos creído o no en Dios y si somos llenos del Espíritu Santo o no.

Nos parece imposible cumplir todo lo que en él se encuentra. Para muestra este versículo "Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla vuélvele también la otra."

¿Cómo no reaccionar cuando alguien nos hiere? ¿Cómo no tomar venganza cuando alguien nos afecta, viola nuestros derechos, o se aprovecha de nuestra incapacidad para defendernos al ser débiles?

De la única forma que podemos lograr cumplir con este mandamiento de Jesús es por medio de la obediencia a su palabra. Cuando nosotros no nos defendemos, él nos defenderá. Él dijo: "No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres."

"Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor."

"Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal." (Romanos 12:17-21)

Ascuas es algo sólido que arde sin mucha llama, como por ejemplo, en el caso de la madera, una braza.

Acumular brazas de fuego no significa matar a una persona ni hacerle daño con fuego. La más sana interpretación es que devolviendo bien por mal la luz de Cristo (la braza que alumbra) alumbrará sobre el entendimiento de la tal persona que te hace daño y se arrepentirá y cambiará de actitud.

El Señor se quiere mostrar en estos tiempos por medio de sus hijos. Él quiere que vean en nosotros a Jesús.

Declaración

Señor, me dispongo a hacer tu voluntad. Deseo agradarte en todo. Ruego que me llenes de tu Santo Espíritu de forma que pueda reflejar tu Gloria por medio de mi vida.



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