martes, 31 de enero de 2017

No te enojes con tu hermano


Mateo 5:22......Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.

El gran sermón  de Jesús, en el que nos confronta en nuestra creencia en Él y la obediencia a su palabra, él comienza diciendo: "Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarán; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.”

La palabra hebrea para la palabra necio es “Nabal” y significa sin sentido, por lo que el necio, básicamente, de acuerdo con Dios, no tiene ningún sentido. Por esto “Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmo 14: 1).

Fatuo deriva del latín fatuus, que significa “estúpido, tonto y delirante en sus afirmaciones.” El adjetivo fatuo se usa en dos sentidos, para calificar a dos tipos de personas: por un lado, a quienes tienen una actitud presuntuosa, petulante y engreída, pero también para calificar a los faltos de entendimiento, a personas con escasa capacidad para razonar.

Satanás es necio y fatuo, por lo cual, hablar así de nuestro hermano, el cual fue redimido por Jesús es ofender a Dios.

“Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,

 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.”

Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.”

Es posible que usted, en algún momento, pensó que había un interés particular del predicador por recoger su ofrenda. El Señor le dice, en este día, que no la presentes, si antes no te reconcilias. No tiene ningún efecto el que la presentes enojado con tu hermano. Es más importante un corazón sano.

Declaración
 ¡Hoy me reconciliaré con mis hermanos!
Padre, te ruego, en el nombre de Jesús, tu hijo, que me perdones por dudar de la salvación de mis hermanos. Hoy comprendo que este juicio sólo corresponde  a ti

Rafael Olaciregui
Centro Cristiano de Colombia
http://centrocristianodecolombia.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario