Hechos 1:4........Estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
El primer paso para que nuestro ministerio (apóstol, maestro, evangelista, profeta, pastor) se desarrolle es ser bautizados con el Espíritu Santo.
A través de las escrituras, aprendemos que todo lo sobrenatural, en cuanto a la vida y al crecimiento, está relacionado con la acción del Espíritu Santo, el cual es el mismo aliento de Dios.
Génesis 2:7 dice "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente."
Esta fue la misma acción que realizó el Señor sobre una virgen llamada María. Ésta no tenía esposo; era imposible, por tanto, que pudiera tener un hijo. El milagro ocurrió cuando el Espíritu de Dios vino sobre ella.
Lucas 1:34 dice: "Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios."
Algo parecido ocurrirá con cada uno de ustedes que estén dispuestos al llamado de Dios para el crecimiento de su obra en la tierra.
El obrero, el asalariado, el que tiene un negocio, el empresario, la ama de casa, el joven estudiante, tal vez, dirán: “¿cómo podré tener un ministro del Señor?” “¿Con qué tiempo, si estoy ocupado?” “¿Con qué capacidad, si no he estudiado lo suficiente?” La respuesta será: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.”
Al mismo tiempo que esto está ocurriendo en tu vida hoy, ocurrirá en algunos parientes tuyos que, hasta el día de hoy, no han sido fructíferos en la obra de Dios como pasó con la pariente de María.
Marcos 1:36 "Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios."
Algunas personas nunca pensaron en que un día le servirían a Dios ministerialmente; otras lo anhelan y no lo han logrado. María nunca pensó que quedaría embarazado, mientras Elizabeth aheleaba estar embarazada. Nuestro Señor obra de diversas maneras. Lo realmente importante es estar dispuesto para Él.
Declaración
Señor quiero ser lleno del Espíritu Santo. Anhelo ser bautizado. Deseo servirte en uno de los ministerios. Quiero que tu reino se extienda, que las personas salgan del pecado y que tu gloria se manifieste en toda la tierra.
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