Mateo 16:25....... “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.”
Si usted anhela conocer más a Dios, tener una mejor relación con Él, tener un ministerio, tener dones de sanidad, milagros, fe, palabra de ciencia, de sabiduría, discernimiento de espíritu, producer el fruto de amor, gozo, paz , paciencia, mansedumbre, largura de animo, fe, usted tiene que:
1. Preparar su vida para que el Espíritu Santo venga a morar en usted, y dejar que Él mismo se exprese a través de usted. Esa vida la vamos a preparar en ayuno. El ayuno quebrantará el alma y sus emociones.
En oración e intercesión. Esto traerá communion. Orar es hablar en dos vías: tú hablas; él también habla.
En estudio y meditación de la palabra. Esto traerá conocimiento de Él. En pasar tiempo con El. Moisés duro 40 días en la montaña, Jesús duro 40 días en el desierto. Sobre todo, debemos tener intimidad con Él en oración para así lograr nuestro crecimiento espiritual.
2- Morir. Usted, al igual que yo, necesita morir a las obras la carne (ira, rabia, contienda, enojo, pleitos, disensiones, adulterio, fornicación) a los deseos de los ojos, a la vanagloria de la vida. Mt 16, 25 dice: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.”
Jesús mismo, como un grano de trigo, cayó en tierra en su pasión y muerte, resucitó y ha dado fruto con su resurrección. El “mucho fruto” que Él ha dado es la Iglesia que ha nacido de su muerte
Después de haber hablado del trigo, Jesús añade: “El que ama su vida la pierde; y el que pierde su vida en este mundo la guardará para una vida eterna”. Caer en tierra y morir no es, por lo tanto, sólo el camino para dar fruto, sino también para “salvar la propia vida”, esto es, ¡para seguir viviendo!
En el plano espiritual, si el hombre no pasa a través de la transformación que viene por la fe y el bautismo en agua y en Espíritu Santo y fuego, si no acepta la cruz, sino que se queda agarrado a su natural modo de ser y a su egoísmo, todo acabará con él, su vida se encamina a una derrota. Si, en cambio, cree en Cristo y va a la cruz, entonces se le abren los cielos.
3. Nacer. “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios." Juan 3:3
Nicodemo era un eminente en su religión, pero atrasado según Cristo. Por rechazar el nuevo nacimiento, No había nacido de nuevo, porque había rehusado someterse al bautismo de Juan (Luc. 7:29-30). Había confiando más en la circuncisión hecha por los hombres.
Declaración
Hoy dispongo mi vida, mi ser, para ti Señor. Quiero que Jesús viva en mi. Quiero ser un templo de tu Santo Espíritu. Hoy renuncio a toda forma de pecado. Quiero ser como ese grano de trigo que, al morir, dio paso a mucho fruto.
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