lunes, 9 de enero de 2017

El precio de un tesoro



Mateo 13:44........“Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.”

El tesoro escondido somos los seres humanos perdidos en el mundo a causa del pecado, a los cuales Jesús encontró y entregó todo lo que tenía (su propia vida), muy gozoso por habernos redimido.

No hay oro, ni piedras preciosas, ni dinero suficiente para comprar a una persona cautiva (secuestrada) por el Diablo, a través del pecado; sólo la sangre derramada por Jesús tiene el valor suficiente para redimir.

“Sabiendo  que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.” (1 Pedro 1: 18, 19)

El campo es el mundo y el tesoro  escondido somos  los redimidos. "El tesoro tiene más valor que el campo.“

 El Reino (el tesoro) no es parte del mundo, por eso ese tesoro está escondido en el campo, que es el mundo.

Cada ser humano que ha sido encontrado, que ha sido redimido (comprado) por la sangre preciosa de Jesús, ahora debe tomar su lugar, su papel en la escena y “dejar todo, vender todo" con el fin de alcanzar a otros para el reino de los cielos.

Esto nos confronta de tal forma como si el Señor nos preguntara “¿qué precio pagarías tú por alcanzar este tesoro (las almas perdidas para mí)? ¿Dejarías tu trabajo, tu negocio? ¿Me darías el primer lugar en tu vida.?”

1 Juan 2:15 nos recomienda: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo."

El apóstol Pablo comprendió la magnitud de tal negociación y expresó:  " ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.” ( filipenses 3:8)

"Ganar a Cristo."  Si analizamos su significado, comprendemos que Él fue el que nos ganó a nosotros y Él espera de nosotros que ganemos multitudes para su reino, debemos hacer lo que hizo Cristo , debemos imitar su obra.


Declaración
Usaré todos mis recursos para alcanzar a otros para el reino de Dios. Invertiré mi tiempo, imitaré a Jesús, mi Salvador, el cual lo entregó todo por alcanzarme a mi

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