sábado, 28 de enero de 2017

Llegó el momento de ser usado por Dios


Isaías 49:1.......Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.

Es posible que alguien esté pensando: “yo no seré un buen cristiano; yo nunca tendré un ministerio; yo nunca serviré para nada.” ¡No! ¡Todo esto es mentira del diablo! Tú puedes decir como dijo el profeta: "Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria."

Hable de esta manera al enemigo de su alma; háblele al norte, al sur, al oriente, al occidente, a los cuatro vientos dígales: “Dios tiene un propósito con mi vida."

"Y  puso mi boca como espada aguda” significa  que  tus palabras son más poderosas que la más mortal de las armas. Es cortante; puede cortar ligaduras. Haga el ejercicio y declare: “!diablo, en el nombre que es sobre todo nombre, Jesucristo, suelta a mis hijos, suelta a mis hermanos, suelta mi economía! Rompo toda atadura, toda ligadura que les atá al pecado!”

Recuerda: en tus palabras hay poder para derribarlo, hay restauración de hogares. Muchos saldrán de la droga, de la depresión, serán libres de la brujería, de la hechicería.

Dios ha puesto palabra de autoridad en tu vida; debes utilizar lo que Dios te ha dado. Muchos creerán en el poder de Dios cuando abras tu boca y pongas por obra el poder que él ya ha puesto en tus labios. Aún tú mismo serás sorprendido al ver obrar a Dios cuando tú confiesas la palabra de poder

"Me cubrió con la sombra de su mano" significa que nadie te hará daño.

Saeta es una flecha; aljaba, el lugar donde la guardan. Tú eres una flecha, un arma contundente, guardada para un día, una hora, un momento especial  en el cual Dios te lanzará.

Y ese día, esa hora, es en este tiempo. En el nombre de Jesús, yo te tomo como saeta, como flecha; enteso mi arco y te envío al lugar donde trabajas o donde estudias, a tu propia casa, a los lugares que visitas, para derribar gobernadores, principados, potestades, huestes de maldad.

 Y me dijo: "Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré."Cambia el nombre Israel por el tuyo: “Mi siervo eres, oh Rafael, porque en ti me gloriaré.”

Así dijo Jehová: En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades; para que digas a los presos: Salid; y a los que están en tinieblas: Mostraos. En los caminos serán apacentados, y en todas las alturas tendrán sus pastos (Isaías 49:8-9).

Declaración 

Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.

 

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