miércoles, 25 de octubre de 2017

Como vivir y ser fructífero


 Deuteronomio 8:1-2.......Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres. 

Aunque esta promesa aparenta ser para Israel, es para usted también. Algunas promesas de Dios son condicionales y esta es una de esas: "Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy".

Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.    (1 de juan 5:3).... ¿Usted quiere vivir bien y ser fructífero? ¿Quiere que Dios le bendiga? Entonces tendrá que cumplir sus mandamientos.

Entrar a una tierra es distinto a poseer la tierra. Muchas personas van de un lugar a otro pero como forasteros, sin derecho alguno, como cuando  Israel entró en Egipto. El pueblo duró cuatrocientos años y nunca fue dueño sino esclavo.

Dios dice.  ¡Hoy entrarás y poseerás! ¡Esa promesa es para ti!

Pocas veces usted encuentra la afirmación “Jehová ha Jurado” y cuándo la encuentras, es de gran trascendencia.

Por ejemplo, en Génesis 22:26 encontramos: "Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.

Por la obediencia de Abraham vino Cristo, el cual es su descendiente y al mismo tiempo el Padre, que es Dios, lo ofreció por todos nosotros. Jesús,  a su vez, fue obediente hasta la muerte.

Es tiempo que usted  tome decisiones que trasciendan y nada más hermoso es el que usted comience a ser obediente a la palabra de Dios y a sus mandamientos. Recuerde que ellos no son gravosos ni difíciles de realizar.

Oración 
Padre, declaro que seré obediente a tus mandamientos, propongo en mi corazón leer la Biblia y meditar en tus estatutos y leyes. Prometo que los cumpliré. Te ruego aumentes mi fe. Sé que solo por tu gracia y misericordia lo lograré con la ayuda de tu Santo Espíritu

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