Santiago 5:20......Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
Una de las estrategias más usadas por Satanás para destruir al hombre es el hacerlo errar. Esto lo hace por medio de ciertas condiciones, preparando el terreno. Por ejemplo, en un hogar lleno de conflictos entre papá y mamá, donde el adulterio, los malos tratos y palabras hirientes y ofensivas abundan, los hijos fácilmente cometen errores, como irse de la casa.
O en una congregación donde no se ora ni se estudia la palabra, fácilmente se puede caer en una doctrina de error. Esto ocurre a diario. La Biblia le llama las artimañas del error, usadas por el diablo, pero la misma palabra dice “conoceréis la verdad y la verdad os hará libre”. Hoy puedes ser libre del engaño y salir del error.
Efesios 4:14 dice: "para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error".
Hay que pedirle a Dios el discernimiento. Discernir significa separar una cosa de otra, para entender lo que es verdad de lo que no lo es, aunque lo parezca. Es, además, un don o regalo de Dios. Por medio de ese don, podemos discernir el origen de ciertas acciones, enseñanzas, circunstancias, etc., que han sido inspiradas por los seres espirituales (1 de Corintios 12:10).
Proverbios 12:26 dice “El justo sirve de guía a su prójimo; Mas el camino de los impíos les hace errar.
A los jóvenes no les conviene la conversación de una persona fornicaría, adúltera, o hechicera ni relacionarse ni ser su confidente de alguien que esté pecando. Eso es “un error”.
Isaías 28:7 dice: Pero también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.
Un pequeño porcentaje de alcohol o droga en nuestro cuerpo debilita nuestra voluntad y seres espirituales malignos nos inducirán hacer lo que no conviene. Es un “error” exponerse a perder el dominio de nuestra voluntad y emociones por una copita de licor. Igual que el alcohol o la droga, un "pequeño pecadito" afectará nuestra vida terriblemente si lo permitimos.
En nuestra mente o pensamiento, debido a creencias de nuestros antepasados, puede haber conceptos religiosos equivocados. Si tú le pides al dueño de tu vida, Jehová, en el nombre de su hijo Jesús, que te revele la verdad, Él lo hará.
Oración
Señor, ¿quién puede discernir sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias, que no se enseñoreen de mí. Entonces seré íntegro y estaré libre de gran rebelión.
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