sábado, 28 de octubre de 2017

Pide con Fe


Mateo 21:18-22.....Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar,  será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”

En cierta ocasión, nuestro Señor Jesús tuvo hambre y fue a tomar fruto de una higuera y no encontró. Se nos dice que " Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera”.

Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?
La higuera fue una una oportunidad de Jesús para enseñar. 

Las palabras de Jesús son poderosas. La Biblia describe la Palabra de Dios con muchas características: convierte el alma, santifica, alimenta, es eterna, es viva, eficaz y poderosa, sana y libera (Sal. 107:20 “envió su palabra y los sanó, y los libró de su ruina”). Y vemos aquí que cuando él habló, la higuera se secó.

Ese poder que estuvo con Jesús es el mismo que está en el creyente hoy....."todo lo que pidiereis en oración creyendo, lo recibiréis".
Usted debería atreverse a orar al Padre en el nombre de Jesús, pidiendo todo aquello que es correcto. Jesús revela el poder de la fe y cómo esta genera maravillas y milagros.  

Jesús dijo: “si puedes creer, al que cree todo le es posible”.
   
La fe transforma nuestra manera de hablar. Jesús aprovechó ese momento para enseñarles cosas muy importantes acerca de la fe: La fe hará que superen los más grandes obstáculos (“si a este monte dijereis quítate, será hecho”).

La fe nos llevará a declarar grandes cosas en la voluntad de Dios. (Jesús les dijo: “si dijereis a este monte quítate, será hecho”, la fe nos lleva a hablar de manera diferente, pues declaramos nuestra confianza en Dios y en sus promesas).  

La fe determina nuestra comunión con Dios. Nuestra manera de orar es alimentada por nuestro nivel de fe. Si lo hacemos “creyendo”, recibiremos la respuesta de Dios. La fe debe ser declarada en nuestras oraciones.

Jesús conoce nuestra condición, nuestras luchas y necesidades, y él quiere que lo busquemos y que lo hagamos con fe, porque Dios quiere moverse a nuestro favor. Permite su acción sobrenatural orando, siendo guiado por su Espíritu y verás las maravillas del Señor a tu favor.

Oración 
Gracias mi Señor por esa medida de fe que has depositado en cada uno de nosotros. Gracias por que nos alientas a pedirte lo que necesitemos. Declaro que cada día que viva lo haré creyendo tus promesa
  

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