Isaias 30:1........¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi Espíritu, añadiendo pecado a pecado!
En el libro de Génesis se nos relata acerca del pecado (la Biblia le llama error) de Eva al tomar consejo de satanás y desobedecer a Dios, con lo cual indujo a su esposo y luego fueron separados de su presencia. Al aceptar el consejo del diablo se pusieron bajo su cobertura, añadiendo otro pecado.
Es un privilegio ser hijo del único Dios, del verdadero, del todopoderoso, del que todo lo conoce, del eterno Rey. Es un gran error el apartarse de Él para seguir a un falso Dios, o una falsa doctrina. "¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi Espíritu, añadiendo pecado a pecado!”
Las escrituras también nos hablan de la nación de Israel escogida por Dios y Él les explica:....."No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres.”
Dios eligió a la nación de Israel para ser el pueblo a través del cual Jesucristo nacería. Él es la razón fundamental por la que Dios eligió a Israel para ser Su pueblo elegido. Dios no tenía por qué tener un “pueblo elegido”, pero Él decidió hacerlo de esa manera. Jesús habría de venir de alguna nación o pueblo, y Dios eligió a Israel.
Sin embargo, Israel se apartó, en más de una ocasión, de Dios buscando el consejo de otras naciones y le ha tocado vivir en el "Ay de los hijos que se apartan dice Jehová, para tomar consejo y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi Espíritu, añadiendo pecado a pecado! "
Isaías 31:1 dice: ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos y en jinetes porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!
Declaración
“Creo que Jesús murió por mí para reconciliarme con el Padre, Declaro que nunca me apartaré de Jehová, mi Dios, mi Rey; mi confianza estará sólo o en Él. Su consejo buscaré y no tendré otro Dios, su Santo Espíritu será mi consejero
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