martes, 29 de noviembre de 2016

Día 329 En el proceso de Dios



Salmo 139:13…….Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.

 
Dios nos formó en las entrañas de nuestra madre y, con notas escritas en su libro, fue creando en nosotros aquello que no existía y hoy te dice que todavía está trabajando en ti, en cosas que aún no tienes pero que Él las hará en su tiempo.

El niño nace sin dientes. Luego de unos meses, salen, pues están en el inventario de Dios. El niño no habla, ni camina. Luego de unos meses, desarrolla músculos que, más tarde, le permiten hacerlo.

En lo físico, aun Él está trabajando. 1 corintios 15:51 dice: “he aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.…

Aun muertos, seremos transformados. Nuestro cuerpo pasará por un proceso….Esto es para el que cree  hoy….

En lo espiritual también trabaja. 2 corintios 3:18 dice: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” Pablo dice que la persona que está encerrada con Cristo, contemplando su rostro, está siendo transfigurada.

Mientras el embrión miró a Dios, él fue transformado en lo que usted conoce como un bebé. En lo espiritual, el que contempla a Cristo está siendo transformado en una nueva criatura.

La palabra griega para “transformado” aquí es “metamorfosis”, la cual significa cambiado, transfigurado. Todo aquel que pone su mirada fija en Cristo está siendo transformado. Una transformación está tomando lugar. Esa persona está siendo continuamente cambiada a la semejanza y carácter de Jesús.

Cuando estás en oración, en las madrugadas, puede ser que no sientas que estás cambiando. Mientras pasas tiempo con él, tienes que saber que una metamorfosis está tomando lugar. Con toda seguridad, algo está sucediendo en ti,  porque nadie puede estar en la gloria de Cristo sin ser transformado.
 
Declaración

El Señor Jesús me mostrará la senda de la vida; y en su presencia tendré  plenitud de gozo; estoy seguro que me sanará, y que me cambiará a su imagen. Tendré su carácter y su amor. En Él fijaré mis ojos.


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